Pasarán muchos años, serán escritas muchas páginas en la historia de la mujer cubana, pero en ella tendrá que aparecer siempre la huella de quien fue amiga leal y compañera de todas las féminas del mundo, nuestra querida Vilma Espín Guillois.
Colmada de amor, sencilla, humilde, dulce y a la vez intransigente, vistió de falda la Revolución y acarició con su sonrisa la palabra mujer. Le confirió la pureza, ternura y pasión de una madre inmensa, que no durmió tranquila ante los peligros de los hijos de la nación.
De extraordinaria vocación martiana y patriótica, considerada una de las mujeres más excepcionales de la Revolución. Heroína de la clandestinidad, guerrillera y combatiente del Ejército Rebelde. Desde joven estuvo ligada a las mejores causas de la Patria. Al triunfo revolucionario en 1959, por encargo de Fidel encabezó la unificación de las organizaciones femeninas y luego la constitución de la Federación de Mujeres Cubanas, el 23 de agosto de 1960, a cuya organización, desde su máxima dirección, se consagró hasta el último minuto de su fecunda vida.
Incansable luchadora por la emancipación de la mujer y la defensa de los derechos de la niñez, la juventud y la familia. En su quehacer en defensa de los humildes, trascendió fronteras en calidad de vicepresidenta de la Federación Democrática de Mujeres (FDIM) y en el largo y complejo proceso de formación de la gran familia llamada Cuba, no escatimó esfuerzos, cultivó los valores éticos que la acompañaron para toda la vida.
RECUERDO IMPERECEDERO
Aquel 18 de junio la noticia irrumpió la cotidianidad de los hogares cuando muchos lamentaron la muerte de esa mujer extraordinaria, defensora durante décadas de las virtudes de las cubanas.
Todavía se recuerdan aquellas imágenes de Raúl frente al nicho donde reposan sus restos, el último beso a la amada esposa mientras se escuchaban las nanas que cantaba a los hijos y la canción de amor preferida por ambos; o las hileras de hombres y mujeres que durante días acudieron a ofrecerle una flor.
Vilma es vida. Hoy a cinco años de su deceso continúa viva en la obra creadora de la Revolución. Ella, es símbolo para las presentes y futuras batallas por un mundo mejor, por ello CUBAHORA recuerda palabras de quienes compartieron con ella.
Fidel Castro Ruz, líder histórico de la Revolución
He sido testigo durante casi medio siglo de las luchas de Vilma. No la olvido en las reuniones del Movimiento 26 de Julio en la Sierra Maestra (…) Vilma no se inmutaba ante peligro alguno (…) Su voz dulce, firme y oportuna, siempre se escuchó con gran respeto en las reuniones del Partido, el Estado y las organizaciones de masas (…) Los deberes revolucionarios y su inmenso trabajo nunca le impidieron a Vilma cumplir sus responsabilidades como compañera leal y madre de numerosos hijos (…) Ha muerto Vilma ¡Viva Vilma!
Asela de los Santos, compañera de lucha y amiga
Vilma pensó y actuó como la vida misma a la cual se entregó desde su juventud con la confianza en el porvenir de su Patria (…) Podemos asegurar que en ella sobresalía un sentido muy alto de la justicia, el compromiso con la verdad, su rechazo tajante a la mentira su alejamiento de lo banal y superficial (…) Transformar mentalidades, modificar costumbres, educar, fue una razón de ser de su vida (…)
José Ramón Machado Ventura, primer vicepresidente del Consejo de Estado y de Ministros
“… se le recuerda sin llantos… La recordaremos desafiando el peligro y burlando al acoso enemigo en la ciudad; con el fusil al hombro en las agrestes montañas hasta alcanzar la victoria; labrando el camino hacia el futuro luminoso de la Patria, de la que fue una de sus más consecuentes constructoras”.
Ricardo Alarcón de Quesada, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular
(…) a todos nos deja un ejemplo insuperable de lealtad, firmeza, sacrificio y modestia (…) Déborah, Alicia, Mónica, Mariela, Vilma es el rostro de la mujer cubana, la hermosa síntesis de su larga lucha por la emancipación. A ellas devolvió la esperanza y la sonrisa, las educó y las condujo a derrotar prejuicios y ataduras seculares.
Yolanda Ferrer Gómez, secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas
“Me quedará su ternura, su confianza, su amistad, su cariño; la intransigencia con lo mal hecho, su sentido de justicia, su defensa de los valores principales que deben caracterizar a los seres humanos; ella deja en cada una de nosotras lo más puro: su ejemplo.”
Beatriz Heredia Sanz
8/4/17 22:33
Vilma siempre será un paradigma para la mujer cubana, su ejemplo perdurará por siempre. Mantendremos su legado.
pjmelián
18/6/12 15:53
La compañera Vilma no ha partido, está siempre junto a nosotros. Su legado está plasmado en las nuevas generaciones. Mariela honra a su entrañable progenitora en la ejecución y ampliación de la obra emancipadora emprendida desde la Sierra Maestra. ¡ Vilma eres luz y faro ! Respetuosamente, pjmelián
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