Motor de una metamorfosis

Aún en la quietud de la medianoche, cuando casi nadie transita por las calles y la mayoría de sus comercios están cerrados, quien haya visto a Guantánamo hace apenas una década se asombraría de la belleza y el avance socio-económico que muestra hoy el territorio más oriental de Cuba.

Muy lejos está, por ejemplo, la cabecera provincial, de aquellos días del 2006 en que apenas prestaban servicio cuatro restaurantes y algunos pocos centros nocturnos en comparación con la actualidad, cuando existen 30 unidades de este tipo.

Tampoco es igual la imagen de los poblados municipales, muchos de los cuales eran hasta hace poco sitios “muertos” donde después de las 5:00 de la tarde los habitantes sólo tenían, como opción recreativa, el triste consuelo de una novela brasileña o cubana y las películas nocturnas.

El motor impulsor de la metamorfosis ha sido, y es, el Programa de Desarrollo Local, proyecto financiado por el Gobierno cubano, y a través del cual se han construido o remodelado más de 800 obras en todo el territorio.

Manos no especializadas en la construcción, provenientes de los mismos organismos y colectivos beneficiados, levantaron paredes, arreglaron fachadas, botaron escombros…y el resultado del tanto trabajo, digno de elogio, elevó la calidad de vida del guantanamero y con ella sentimientos de orgullo, de identidad…

En sus primeros cuatro años el PDL cambió la infraestructura inmobiliaria y tecnológica de centros de educación, deporte, salud, cultura, servicios comunales e industria alimentaria… Su avalancha transformadora, a partir de iniciativas locales, nos convirtió además en una de las provincias que más crece en el país en cuanto a circulación mercantil minorista, pues el comercio devino en “locomotora” del Programa.

“(…) enfilado al incremento de la producción y los servicios, como sostén del avance social, podemos afirmar entonces que su impacto ha sido sustancioso para ambos objetivos. Eso es muy importante pues si el Programa fuese solo social se convertiría en un programa de gastos”, dijo José Antonio Torres Iríbar, miembro del Comité Central del Partido y su primer secretario en la provincia cuando se le otorgó a Guantánamo la sede por el 26 de Julio.

Hoy es difícil que quien visite esta región no se asombre con lo que ve, por hermoso y detallista, con los platos y dulces que prueba, por su calidad, o con la alegría de la gente que aquí habita, por su amor a esta ciudad cambiada y más desarrollada, que -para más gloria- se engalana este 2012 con las actividades centrales por el Día de la Rebeldía Nacional.