El seguimiento exhaustivo a la actual situación en Egipto permitió al equipo de Cubahora conocer sobre la detención del colega Pablo Osoria Ramírez, denunciada por TelesurTV al mediodía de este viernes.
El periodista se encontraba en las inmediaciones de la plaza Tahrir para realizar un pase a Telesur sobre la actualización de la crisis en el país cuando fue detenido por los militares quienes le prohibieron continuar con el trabajo reporteril en la zona y borraron todo el material grabado durante el día.
Con la intención de conocer, en primera persona, sobre la situación en el país africano y los riesgos para la prensa, contactamos mediante Twitter y Facebook con Osoria Ramírez.
A continuación les presentamos su declaración.
Cubahora: Pablo, un saludo desde Cuba, estamos muy al tanto de la situación en Egipto, y recientemente supimos que usted fue retenido por el ejército. Nos gustaría que nos ofreciera declaraciones sobre la situación actual del país, lo que está sucediendo con la prensa y sobre todo por la experiencia que usted acaba de vivir.
Pablo Osoria Ramírez: Fue apenas poco más de media hora, no obstante fue un momento de tensión, en que lejos de sentir miedo sentí un poco de rabia. Por suerte todo pasó y nunca atentaron contra nuestra integridad física. La confusión hace que los agentes de seguridad asuman a veces posturas anárquicas que en nada benefician a la mayoría, y en estos momentos la confusión aquí es enorme, solo un elemento dentro de la profunda crisis que vive ahora el país.
Retener la documentación, exigir un permiso, a veces no se sabe de quién, pero un permiso, al fin y al cabo, donde el oficial vea un cuño, solo así, te dejarían entrar a determinados sitios a trabajar, los más afectados somos los periodistas extranjeros.
La situación de crisis hace que empeoren las condiciones de trabajo. Ahora, por ejemplo, hay un estado de emergencia, condición en que cualquier oficial puede detenerte e incluso, apresarte y nada pasa, pues cuentan con el amparo legal
Cubahora: Rápidamente, a su criterio: ¿los manifestantes mantienen sus intenciones primarias o las demandas han variado? ¿Las condiciones políticas pueden aliviar el estado actual en los próximos días? ¿La relación del nuevo gobierno con los egipcios podría tomar otro cariz?
Pablo Osoria Ramírez: Han variado, aunque mantienen las iniciales, ahora se añade la ira que generó el desalojo violento con el consiguiente resultado.
Algunas de la partes debe ceder, hoy la hermandad musulmana pidió a sus miembros un repliegue, eso podría ser estratégico, teniendo en cuenta la historia de esa cofradía. Por otro lado, las autoridades provisorias dicen que la hoja de ruta presentada el tres de julio es sin reservas.
Bueno…, el nuevo gobierno ordenó abrir fuego real contra manifestantes que intenten agredir edificios públicos o entidades policiales, otro cariz, no quisiera estar aquí para ver.
Cierto que se agotaron todos los intentos de negociación para lograr que los islamistas dejaran las acampadas, pero pienso también que pudieron agotarse otros recursos. Cuando el desalojo, el instituto de Al Azhar, la institución del islam suní más importante del mundo, iniciaba reuniones con formaciones políticas, pudo seguirse con esa ruta.
Comprendo también que se estaba creando una situación insostenibles en esos lugares, pero la agresión, la muerte, no, eso no.
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