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jueves, 28 de noviembre de 2024

Izquierda y derecha en presidenciales de Honduras

En Honduras, Xiomara Castro, candidata del Partido LIBRE, de tendencia izquierdista, batalla este domingo 24 por la Presidencia del país, contra el postulado del gobernante Partido Nacional, Juan Orlando Hernández...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 21/11/2013
2 comentarios
Xiomara Castro
Los dos postulados con más posibilidades de pasar a una segunda vuelta son Hernández y Castro.

Pocos podrían imaginar en junio de 2009, cuando el presidente Manuel Zelaya fue expulsado de Honduras por un golpe militar, que cuatro años más tarde su esposa, Xiomara Castro, se candidateara a la Primera Magistratura por el recién creado partido Libertad y Refundación (LIBRE), en una lucha palmo a palmo con el derechista Juan Orlando Hernández, el político que plantea militarizar la empobrecida nación centroamericana.

Castro, de 54 años, se unió a la resistencia nacional y se lanzó a las calles junto a los millares de manifestantes que protestaban por el golpe orquestado en Estados Unidos y ejecutado por la Fuerza Armada hondureña contra Zelaya, quien durante su mandato mantuvo una posición de acercamiento a los gobiernos izquierdistas de América Latina e  integró su país a la Alianza Bolivariana de los pueblos de nuestra América (ALBA).

En su vida política, la candidata organizó la rama femenina del Partido Liberal de Honduras en Catacamas, donde residía con su familia y encabezó la campaña en las elecciones internas en las que su esposo resultó aspirante a la Presidencia. Su actividad como organizadora y agitadora de masas se reveló durante la liza electoral del 2005, que llevó a Zelaya a la Presidencia.

El 7 de julio de 2009, pocos días después del golpe de Estado, dirigió una marcha en Tegucigalpa, exigiendo la restauración del Primer Mandatario. Su digna actitud y valentía le ha ganado la admiración de los movimientos sociales, según indican analistas hondureños.

Para la derecha, el eventual triunfo de la candidata es una amenaza a sus intereses históricos. La postulada de LIBRE pretende, si gana, refundar Honduras mediante la instalación de una Asamblea Constituyente que redacte una nueva Constitución Nacional.

Muchos recuerdan que el derrocamiento del Mandatario, líder del Partido Liberal, ocurrió cuando este convocó una consulta popular para dar paso a la Constituyente, por lo cual se estima que la derecha hondureña maniobrará para evitar que gane la candidata de tendencia izquierdista.

Su proyecto político –denominado por ella Socialismo Democrático- contempla diversas propuestas en el aspecto social.  Uno de los primeros puntos prevé la “aceleración del proceso productivo mediante la generación de empleos, el avance de la soberanía alimentaria, construcción de sistemas educativos y de salud públicos y de calidad y el desarrollo de sistemas de economía social, que posibiliten la salida de la pobreza de millones de hondureños”.

Defensora de la integración de América Latina y El Caribe, Castro ha proclamado la soberanía popular, la igualdad económica y el fin de la explotación y el anticolonialismo, al igual que el rechazo a los golpes de Estado, la intervención extranjera y la represión.

Movimientos sociales denuncian que la oligarquía tiene planes concretos para impedir que triunfe esta mujer que pone en peligro sus intereses,  y ya están aglutinados en torno al derechista Hernández, a quien no le ofende que le apoden de “Juan Tortilla” y “Juan Fogón”. Este político ha declarado públicamente que es capaz de “hacer lo que tenga que hacer”, para lograr sus propósitos en la vida.

Analistas consideran que estas serán las presidenciales más reñidas de los últimos años, pues deben escoger uno/a entre los ocho aspirantes presidenciales, cuando –según encuestas- muchos de los cinco millones de eventuales votantes aún están indecisos y atemorizados por las maniobras represivas orientadas por Hernández. Cientos de observadores nacionales y extranjeros estarán presentes en los comicios.

Lo que sí está claro ahora es que los dos postulados con más posibilidades de pasar a una segunda vuelta son Castro y Hernández, con programas políticos muy diferentes, en los que si gana el partido LIBRE puede cambiar de manera definitiva el oscuro destino de Honduras, y si lo hace el Nacional mantendría la derecha al frente del gobierno.

Es difícil guiarse por las encuestas previas a la acción comicial. Hace apenas un mes, Castro aparecía como favorita para alcanzar la Presidencia, pero Hernández dijo que hizo investigaciones por su cuenta – las que la hacen poco creíbles- que le daban siete puntos porcentuales de ventaja sobre su contrincante.

Los movimientos sociales, puntales de la postulada femenina, advirtieron que es muy posible que el oficialista recurra al fraude electoral para declararse vencedor, lo cual podría crear una crisis política de grandes dimensiones.

El postulado derechista esgrimió como plato fuerte de su programa la formación de la Policía Militar, un tema muy rechazado por las fuerzas políticas que la califican de un cuerpo paramilitar represivo, y la acusan de militarizar del país.

Prometió además sacar de la pobreza a 800 mil familias pobres, y elevar el número de los llamados paquetes básicos del programa Vida Mejor, que entrega un eco-fogón, techo digno, piso de cemento, filtro y pila de agua, letrina y huerto familiar. 

Este político de 45 años, actual presidente del Congreso Nacional, abogado y notario, acusa al gobierno del saliente Porfirio Lobo, aunque es de su propio Partido permitir la impunidad de la delincuencia.

Honduras ha sido testigo en los últimos cuatro años de una brutal represión, cuyas víctimas pertenecían a los movimientos campesinos y al gremio de la prensa. Los asesinatos políticos conocidos fueron alrededor de 300 (cerca de 100 campesinos y 35 periodistas). Sin embargo, la violación de los derechos humanos en ese país es silenciada por la prensa internacional.

De acuerdo con el Observatorio de la violencia de la Universidad Nacional Autónoma, la tasa de homicidios allí es de 85,5 por cada 100 mil habitantes, una de las más altas del mundo. 

Este domingo los hondureños decidirán su futuro en las urnas: si siguen bajo las botas de la derecha, o si inician una nueva era bajo la revolución pacífica esgrimida por Xiomara Castro, un átomo de esperanza para una nación donde el 70 por ciento de sus ocho millones de habitantes vive en el rango de pobreza absoluta.

 


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista

Se han publicado 2 comentarios


Tania Boutonnet desde FB
 21/11/13 10:46

Así es, en Honduras no tenemos lo de la segunda vuelta, y como dice Joel, Xiomara será nuestra futura Presidenta. ¡Viva LIBRE! ¡Hasta la Victoria Siempre!

Joel Romero desde FB
 21/11/13 10:45

No hay segunda vuelta en Honduras , doña XIOMARA es casi ya nuestra proxima presidenta.

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