Entro de los hitos de la Bienal de La Habana en su edición 15, destaca la apertura de Línea Arte Contemporáneo, un centro cultural sin ánimo de lucro. Ubicado en calle Línea # 508, entre D y E, en El Vedado, este espacio se propone fomentar el desarrollo, la promoción y la difusión del arte en todas sus formas, tanto a nivel nacional como internacional. Además, incluirá una biblioteca para el acceso al conocimiento universal.
Como parte del evento quedó inaugurada la exposición personal “Mierda y mariposas”, de Ariel Schlesinger, quien explora la intersección entre lo cotidiano y lo extraordinario a través de instalaciones escultóricas.
Según el catálogo, “es un retrato de la naturaleza extraña, inquietante y a menudo contradictoria con el mundo ecológico. Creación y decadencia, vida y ruina anuncian la posibilidad del no retorno al estado natural. Quizás sea como el fuego que no solo representa la destrucción, sino también la renovación. Nada vuelve a su punto de origen, se impone el cambio y la evolución. Es como la ley de la entropía donde todo lleva a la destrucción, una vez lacerado el tiempo, la metamorfosis no se puede deshacer, pero sin dudas ellos deviene una reinvención de la vida”.
El evento culminó en la azotea del centro con un concierto del pianista y compositor Ernán López-Nussa, acompañado por una banda de virtuosos instrumentistas e intérpretes, donde se fusionaron ritmos autóctonos cubanos con el lirismo y la fuerza arrolladora del jazz.
Restauración del espacio físico
Esta edificación es una de las primeras que le dio vida a la calle Línea, cuando la arteria capitalina apenas contaba con un camino de tierra. La remodelación de la casa que perteneció a Nicolás Alfonso (1888) fue llevada a cabo por Infraestudio de Arquitectura, fundado por los jóvenes arquitectos Anadis González y Fernando Martirena. Ellos lograron sumar al reconocido artista visual Wilfredo Prieto.
La renovación es el resultado de un proceso extenso que ha durado casi una década. Orestes Castellanos, contratista del proyecto, explicó que se preservó la estructura original y se respetó la profundidad de los locales.
El objetivo fue resaltar la historia, mediante la combinación de elementos antiguos (entre ellos la cochera original de la casa), con otros nuevos para asegurar la durabilidad del espacio por cien años más. La intervención incluyó un tragaluz y una escalera de hormigón que conecta con la azotea.
El proyecto fue preseleccionado para los AR Emerging Architecture Awards 2024, prestigioso evento, organizado por The Architectural Review, que reconoce y celebra el trabajo de arquitectos emergentes de todo el mundo.
La inclusión de Infraestudio en la lista de finalistas del concurso es un notable logro, ya que es uno de los pocos proyectos de América Latina que compitió en este certamen.
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