Las mentes curiosas, las manos hábiles y la capacidad imaginativa del hombre han logrado desde tiempos remotos una constante innovación. Generación tras generación hemos sido testigo del vertiginoso avance que se ha producido en materia tecnológica mientras se busca simplificar la vida.
Con el surgimiento de los primeros ordenadores, aquellos dispositivos algo toscos para la sociedad del siglo XXI, nació también la necesidad de crear software que pudieran programar y controlar estas grandes máquinas.
Los años han transcurrido y con ello la tecnología que se ha convertido en una fuerza omnipresente. Gracias a ese avance el software constituye una herramienta esencial en la era digital, usada por teléfonos móviles, ordenadores portátiles y tablets, entre otros.
En comparación con la posición tecnológica del resto de naciones, Cuba ha tenido un desarrollo limitado debido a varios factores: el embargo comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos, la falta de inversión en investigación y desarrollo, la falta de acceso a ciertas tecnologías y la carencia de recursos para implementar proyectos tecnológicos de gran envergadura. No es menos cierto que a pesar de las limitaciones ha dado importantes pasos; hay un esfuerzo por parte del gobierno y la sociedad para impulsar el desarrollo tecnológico en el país.
“Digamos que a partir de la necesidad que trajo consigo la Covid y con el programa de informatización al que hacía llamado la presidencia del país, la industria del software ha florecido en los últimos años… cada vez es más importante estar conectado, esto ha traído consigo que surjan distintas soluciones tanto estatales como privadas para facilitarle la vida a la sociedad.” nos comenta Yaiselis Ramírez, Ingeniera Informática y creadora de Apklis.
La necesidad de contar con programas y las constantes exigencias de la sociedad contemporánea donde Cuba se desarrolla, han permitido un avance vertiginoso en la industria. Empresas como el Centro de Investigación y Desarrollo de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (CITMATEL) y Desoft, constituyen líderes en la creación de software en el país. Son diversos los proyectos que estas empresas han logrado desarrollar para encontrar soluciones tecnológicas en diferentes sectores de la sociedad.
Las distintas plataformas que se han desarrollado en el país evidencian el personal altamente preparado con el que se cuenta dentro del territorio caribeño. Demuestra el importante esfuerzo que ha realizado el gobierno en la formación de profesionales en el área de la tecnología y la información, un personal capacitado que no sólo trabaja dentro del sector estatal sino también en el sector privado.
Yaiselis Ramírez, actualmente trabaja en la tienda de Aplicaciones Cubana Apklis (https://www.apklis.cu ), proveedor oficial y confiable para la distribución de aplicaciones en Cuba. Esta plataforma permite a los usuarios de dispositivos móviles con sistema operativo Android descargar e instalar aplicaciones creadas por desarrolladores cubanos. “Han sido muchas las plataformas creadas en la isla y un porcentaje importante responde a necesidades institucionales, regionales y sociales. Por mencionar, en Apklis en los últimos 3 años se han distribuido más de 2000 apk nacionales y de ellas más de la mitad responden al sector privado”, nos comenta.
Esto constata la labor que también se realiza desde las empresas no estatales.
“En los últimos 5 años la industria privada del software ha crecido exponencialmente, sobre todo en los 2 años de aislamiento por la COVID-19. La necesidad de contar con aplicaciones informáticas en ese período fue propicia para muchos emprendimientos. La demanda de estos servicios creció muchísimo tanto nacional como internacionalmente”, nos cuenta Jorge Luis Hernández Dueñas, Ingeniero en Informática, quien actualmente trabaja como desarrollador para una Mipyme que ofrece servicios informáticos en la Isla.
En los últimos años ha habido cambios en la política gubernamental, que han permitido a los emprendedores privados involucrarse en la industria del software. En el año 2019, se implementó un nuevo marco legal que permite a los emprendedores solicitar licencias. Aunque esta medida ha sido bien recibida por muchos en la comunidad empresarial, algunos todavía ven obstáculos en el proceso de obtención de licencias y permisos gubernamentales para operar.
“Los desarrolladores privados hemos sufrido mucho esa burocracia, obtener una licencia de programador se hizo muy complicado, y para muchos la vía más fácil y rápida era seguir trabajando sin licencia con todos los riesgos que implica. Aunque en la actualidad, gracias al desarrollo de las Mipyme es más sencillo trabajar legalmente como desarrollador de software, se debe seguir trabajando en abrir más vías y posibilidades a los programadores. La comunidad de software cubana es bastante talentosa y entusiasta, con muchos deseos de trabajar y aportar al proceso de informatización del país”.
A pesar de los avances, la industria del software continúa siendo limitada. La falta de acceso a tecnologías y herramientas de desarrollo, así como la carencia de apoyo financiero para los emprendedores, son algunos de los mayores desafíos que enfrentan quienes desean incursionar en este mercado.
En el mundo digitalizado de hoy día, el software se ha vuelto esencial para las empresas y las personas que buscan optimizar sus operaciones y mejorar su productividad. Está presente en todos los sectores, desde los servicios financieros hasta la salud, la educación y el entretenimiento por lo que se considera vital en la actual economía global. Las empresas foráneas, ven una notable oportunidad de obtener trabajos de calidad a bajo costo con nuestros desarrolladores.
Medidas como la actual bancarización impulsan a Cuba a un constante desarrollo tecnológico, pero aún, se hace necesario prestar atención al capital humano con el que contamos en materia de innovación tecnológica. La falta de acceso a herramientas y tecnologías modernas, la inexistente infreaestructura para desarrollar, así como el acceso innestable a internet dificultan el trabajo de esta comunidad lo que reduce la capacidad innovadora. Se hace necesario el apoyo a estos creadores para alcanzar su máximo potencial. Si logramos que la comunidad de programadores se sientan respaldados, la industria del software en Cuba podría convertirse en una fuente importante de progreso y a su vez, agilizar el proceso de digitalización por el que se aboga.
Las manos hábiles, la mente curiosa y la capacidad intelectual que tienen nuestros profesionales se mantendra como el principal motor impulsor del crecimeinto y desarrollo en la isla. A pesar de los desafíos que enfrentan a diario continuarán creando detrás de un ordenador para fortalecer el proceso de informatización.
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