Respirar sin tuberculosis

Con una incidencia de solo 6,9 por cada cien mil habitantes, Cuba tiene una de las menores tasas de infección de tuberculosis en América Latina, y se propone el reto de bajar el número a cinco, a partir de un programa sostenido de prevención, diagnóstico y tratamiento de tan peligrosa enfermedad.

Con estas realidades y proyectos llega el país a este 24 de marzo, Día Mundial contra la Tuberculosis, una enfermedad que solo en el 2010 infestó a unos nueve millones de personas en todo el mundo y 1,4 millones de ellas murieron, lo que la ubica como la segunda infección más letal en la población adulta.

Según señaló la doctora María Josefa Llanes, coordinadora nacional del Programa de Tuberculosis y de las Infecciones Respiratorias Agudas del Ministerio de Salud Pública, anualmente en el país se detectan unos 700 nuevos casos, cifra que genera insatisfacciones pero que es muy baja para los riesgos de infección potenciales de esta enfermedad.

La especialista explicó que como resultado de los programas de control y tratamiento de la tuberculosis, realizados tras el triunfo de la Revolución en 1959, Cuba es una de las naciones que puede eliminar esta enfermedad como problema de salud, de acuerdo a los informes presentados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

No obstante, una de las dificultades que se pueden presentar es la resistencia del agente causal de la tuberculosis a diversos fármacos para su tratamiento. Ello se debe a que, si el tratamiento es interrumpido, la enfermedad puede devenir crónica, y resultar entonces de muy difícil curación, precisó la neumóloga Libertad Carrera, del Hospital Neumológico Benéfico Jurídico, en la capital.

La experta apuntó que en Cuba está diseñado el programa, de manera tal que, cuando un paciente es diagnosticado, un grupo de especialistas, atiende directamente al paciente y también trabaja con la familia, tanto en el tratamiento como en la profilaxis.

Debe tenerse presente que los efectos de la TB se hacen sentir más allá de las personas enfermas, ya que vincula a toda la sociedad desde la familia y la comunidad, pero es una enfermedad curable, y si se toman las medidas pertinentes se frena la infección.

De acuerdo a las investigaciones realizadas en los últimos años, se han revelado nuevas cepas del bacilo causante de la tuberculosis, algunas de ellas resistentes a los fármacos.

La especie de bacterias más importante y representativa causante de tuberculosis es la Mycobacterium tuberculosis o bacilo de Koch, perteneciente al complejo Mycobacterium tuberculosis. La infección bacteriana compromete principalmente los pulmones, pero puede propagarse a otros órganos.

Una vez infestado el paciente, los gérmenes se liberan al aire cuando la persona habla, tose, estornuda, canta, o cualquier otra acción que se relacione a la saliva.

La literatura especializada indica que los signos y síntomas más frecuentes son justamente la tos con flema persistente por más de 15 días, a veces con sangre en el esputo, fiebre, sudoración nocturna, mareos momentáneos, escalofríos y pérdida de peso.  Si la infección afecta a otros órganos por volverse sistémica y aparecen otros síntomas.

Por lo general, las personas que tienen contacto cercano con una persona diagnosticada con tuberculosis son sometidas a pruebas para descartar que estén infectados.

A  130 años del descubrimiento del agente causal de la tuberculosis por el científico alemán Robert Koch, una enfermedad muy contagiosa e irreversiblemente mortal resulta una afección prevenible y curable, siempre que se diagnostique precozmente. Cuba dedica los recursos necesarios para el diagnóstico a tiempo, la curación del enfermo y el cuidado de la familia.