Mente sana, cuerpo sano

La salud mental se refiere al estado de bienestar emocional, psicológico y social de una persona. Incluye cómo una persona piensa, siente y se comporta, así como su capacidad para enfrentar el estrés, manejar las emociones, relacionarse con los demás y tomar decisiones. La salud mental no se trata solo de la ausencia de trastornos mentales, sino también de la capacidad de disfrutar de la vida, tener relaciones satisfactorias y enfrentar los desafíos de manera efectiva.

Abarca una amplia gama de aspectos y factores que pueden influir en el bienestar mental de una persona, como es el bienestar emocional: Esto implica tener una buena gestión sensitiva, la capacidad de experimentar una variedad de emociones de manera saludable y adaptativa, y tener un equilibrio emocional general. Aumenta la resiliencia que es la capacidad de hacer frente y adaptarse de manera positiva a las adversidades, el estrés y los cambios en la vida. Favorece las relaciones saludables, o sea, mantener relaciones satisfactorias con los demás, incluidos amigos, familiares y parejas románticas, que fomenten un entorno de apoyo emocional y social e incrementa la autoestima y autoaceptación que es tener una imagen positiva de uno mismo, aceptarse tal como se es, tener confianza en las propias habilidades y fortalezas, y de tener la capacidad de tomar decisiones por uno mismo, establecer metas y perseguir un propósito en la vida que sea significativo y satisfactorio así como tener un equilibrio saludable entre las responsabilidades laborales y las actividades personales y de ocio.

• Consulte además: Hábitos sanos para fortalecer la mente

CUIDADOS GENERALES DE LA SALUD MENTAL

Para mantener la salud mental se debe contar con una red de apoyo social que brinde ayuda, comprensión y compañía en momentos de dificultad y tener acceso a servicios de salud mental de calidad, que incluyen la atención de los profesionales que allí trabajan y el tratamiento adecuado cuando sea necesario.

El cuidado de la salud mental implica adoptar prácticas y hábitos que promuevan el bienestar emocional y psicológico, como llevar un estilo de vida saludable, practicar la autocompasión y el autocuidado, buscar apoyo cuando sea necesario y tomar medidas para reducir el estrés.

Es importante tener en cuenta que la salud mental es una parte integral de la salud general y el bienestar de una persona. Así como cuidamos de nuestra salud física, también debemos prestar atención a nuestra salud mental

• Consulte además: Conexión entre la mente y el cuerpo

LA ACTIVIDAD FÍSICA EN LA SALUD MENTAL

La actividad física regular ha sido ampliamente estudiada en relación con sus beneficios para la salud mental pues ella puede reducir los niveles de estrés y ansiedad. Se ha demostrado que el ejercicio promueve la liberación de endorfinas, neurotransmisores que actúan como analgésicos naturales y mejoran el estado de ánimo. También reduce los síntomas de la depresión. El ejercicio aeróbico, en particular, se ha asociado con una disminución de los síntomas depresivos y una mejora general del bienestar mental. Participar en actividades físicas puede aumentar la autoestima y la autoconfianza. Lograr metas de ejercicio y experimentar mejoras en la aptitud física puede tener un impacto positivo en la percepción de uno mismo. También se ha relacionado con mejoras en la función cognitiva y la salud cerebral. Se ha demostrado que el ejercicio aeróbico aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, lo cual puede favorecer la memoria, la concentración y el rendimiento cognitivo en general y puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar trastornos mentales, como la depresión y la ansiedad. Además, puede ser parte de un enfoque integral para el tratamiento de trastornos mentales existentes, complementando otras intervenciones terapéuticas. El ejercicio regular puede mejorar la calidad del sueño y ayudar a combatir los problemas de insomnio. Una mejor calidad de sueño tiene un impacto positivo en el bienestar mental y la capacidad para hacer frente al estrés diario.

Estos son solo algunos de los beneficios de la actividad física en la salud mental respaldados por estudios recientes. Sin embargo, es importante tener en cuenta que cada persona es única y puede experimentar los efectos de manera diferente. Siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier programa de ejercicio, especialmente si hay alteraciones de salud preexistentes.