Cuba: plaza idónea para hablar de psicomotricidad

La necesidad de detener el proceso de deterioro y desvalorización de la actividad física, como demuestran las investigaciones y estudios científicos más actuales, fue criterio unánime de los participantes a la Primera Convención Mundial de Psicomotricidad, Educación y Desarrollo Infantil Temprano que durante cuatro jornadas acaparó la atención de numerosos especialistas y expertos reunidos en La Habana, Cuba.
Desde la convocatoria a la cita, casi 40 naciones con diversas culturas, idiomas, contextos políticos y socio económicos accedieron a la invitación de reunirse en la nación caribeña, interesados en intercambiar y llegar a conclusiones acerca de cómo trabajar en lo adelante para lograr el máximo desarrollo de las potencialidades de cada niño y niña, utilizando la actividad física como herramienta educativa.
Cuba no podía ser mejor escenario para ganar experiencias y conocimientos, los cuales sirvieron de plataforma al criterio de que es un imperativo en muchos países del mundo transformar políticas a favor de la infancia.
La Isla fue plaza idónea donde los delegados apreciaron cuánto hace el Estado por impulsar el desarrollo humano, y los niveles alcanzados hoy en el desarrollo psicomotor del niño, como factor esencial de salud, educación y bienestar.
De académicos norteamericanos fue la delegación más numerosa. En las salas de conferencias se escucharon elogios a los avances de la ínsula; uno de ellos aseguró que en la práctica educativa deseaba que su país hiciera lo que Cuba.
“Un mundo mejor es posible y ustedes han sabido poner esto en lo más alto, hoy cuando el mundo es cada vez más diverso y unipolar”, señaló el presidente del comité organizador internacional Orlando Terré Camacho, días antes del comienzo de un encuentro que superó toda expectativa.
No se pasaron por alto enfoques sobre el carácter lúdico que adquiere la estimulación o intervención desde las primeras edades, y fue muy remarcado el papel relevante que toca al profesor y la familia, para que el niño físicamente activo manifieste sus potencialidades motoras, intelectuales, emocionales y sociales.
Fue una convención como había pronosticado el candidato a doctor Terré Camacho, también presidente de la Asociación Mundial de Educación Especial: espacio para debatir acerca de ciencia y de amor y Cuba, gracias a su proyecto social, ha hecho realidad ese precepto.
Convocado por la Organización Mundial de Estimulación, Educación y Desarrollo Infantil y el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación de Cuba —INDER-, con el auspicio de prestigiosos organismos internacionales, la convención de La Habana dejó el mejor de los saldos:
“Se demostró la unidad entre todos los científicos y académicos para debatir las problemáticas más actuales en relación a cómo salvar el planeta y cómo responder al derecho de la diversidad.
“Ha sido un encuentro de ciencia guiada por el amor, entendiendo que la investigación científica es también un acto de amor… porque sin ciencia el amor es impotente, pero sin amor la ciencia es destructiva”, sentenció el experto.
Anunció el compromiso de volver a encontrarse en La Habana durante el evento Cuba Motricidad 2012 previsto para noviembre, donde la Mayor de Las Antillas volverá a ser la anfitriona para los delegados al Foro Mundial de Educación Física, la Tercera Cumbre Iberoamericana y Caribeña de Educación Física y Deporte Escolar, el Taller Internacional de Actividad Física y Calidad de Vida y el encuentro de Pedagogía Hospitalaria.