El control interno sí es una coraza contra las ilegalidades
El robo de 133 toneladas de pollo congelado de la Empresa Comercializadora de Alimentos de La Habana, y los hechos fraudulentos en entidades del Comercio y la gastronomía en la capital, reafirman que el descontrol administrativo y contable conduce al delito y la corrupción...
Los recientes procesos penales en la capital, en los que estuvieron implicadas 203 personas, en su mayoría directivos y trabajadores del Comercio y la gastronomía, demuestran que en materia de control interno son grandes las grietas y las deficiencias por vencer.
Esos individuos fueron acusados por los delitos de malversación, cohecho, falsificación de documentos, sustracción y daños de documentos u otros objetos en custodia oficial y violación de sellos oficiales, y de ello hicieron alusión el periódico Granma y el programa televisivo Hacemos Cuba.
Tal fraudulenta actuación generó falta de liquidez en las empresas de ese sector para garantizar su compromiso de pago, tanto con los proveedores como con los aportes comprometidos con los presupuestos territoriales, lo cual afectó el cumplimento de los programas y servicios a la población previstos en un grupo de municipios.
Además, el fenómeno creó desabastecimiento en las ofertas al consumidor y enriquecimiento indebido, y en tal sentido generó preocupación e irritación en la población, aún cuando se impusieron sanciones de entre dos y 22 años de privación de libertad, en correspondencia con la responsabilidad en los hechos que resultaron probados.
Amén de que continúan las investigaciones por las autoridades correspondientes, sin dudas resulta evidente cómo el descontrol genera ilegalidades y corrupción, la pérdida de valores en personas que hasta ayer los tenían y también ello duele e impacta en las propias familias de los implicados.
EL CONTROL INTERNO ES TODOS LOS DÍAS DEL AÑO
Precisamente este domingo 3 de marzo el espacio televisivo Cuadrando la caja tratará el tema del Control interno, bajo la pregunta de si es una coraza contra las ilegalidades. Está demostrado que sí y que impacta en la eficiencia económica.
Pero como afirma el colega Enrique Atiénzar Rivero, del periódico Adelante, no hay que esperar la proximidad de los meses finales del calendario para engrosar lo que debe ser un hábito, desde el primero hasta el último día del año, el ejercicio del control interno que, de marchar bien, sin esquematismos, posibilita a las entidades salir a flote frente a los tropiezos del quehacer laboral.
La guía de autocontrol, elaborada por la Contraloría General de la República, afirma este periodista camagüeyano, no constituye una camisa de fuerza o una varita mágica, pero sí es una brújula para las direcciones administrativas en el camino de adecuarlas a las especificadas de cada lugar. Donde esa máxima se aplica los resultados para bien no se hacen esperar.
Al parecer todo lo contrario ocurrió en el Grupo Empresarial de Comercio de La Habana, en las entidades provinciales de gastronomía y comercio, y en sus unidades empresariales de base, donde el descontrol y la corrupción en algunos funcionarios se daban la mano.
Según la Contraloría General de la República y el Sistema de Auditoría Interna allí faltó transparencia en la realización del autocontrol, y hubo poca efectividad de las acciones de control, supervisión y fiscalización por los niveles administrativos superiores a los que se subordinan las empresas y unidades empresariales de base.
El reciente robo de 133 toneladas de pollo en frigoríficos de la Empresa Prodal, en la capital, también suscitó irritación en la población, y las causas y condiciones de ese hecho delictivo el más simple ciudadano se las puede imaginar.
Sobre la falta de control y de exigencia administrativa, entre las numerosas opiniones aparecidas en las redes sociales está la de Marcelo Cárdenas Rojas, quien considera que hasta que no tengamos la clara convicción de que tenemos corrupción, no la podremos enfrentar como corresponde.
Según este compatriota "ya vamos necesitando leyes disuasorias y ejemplarizantes contra los corruptos que están minando las bases de nuestro proceso revolucionario. Fidel siempre nos alertaba del daño que hacían esos corruptos, que como una papa podrida corrompían al resto. La población tiene la percepción de que hay mano muy blanda en el tratamiento de esos casos, que… si saben mucho, que… si hay muchos niveles de compromiso, que… si son más o menos intocables, y así miles de opiniones más que es posible que tengan algo de verdad, pero la mano no puede temblar, tenemos el poder que es igual que decir que tenemos la fuerza".
HACE FALTA MÁS MANO DURA EN ESTE COMBATE
En realidad el asunto es prioridad de la Revolución por cuanto puede poner en peligro su existencia, y en tal sentido son constantes los llamados del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Hace unos día el miembro del Buró Político y Primer ministro, Manuel Marrero Cruz, destacó en una reunión de trabajo efectuada en el Palacio de la Revolución la necesidad de fortalecer la integralidad en el enfrentamiento al delito, la corrupción, las ilegalidades y las indisciplinas sociales.
Marrero Cruz subrayó que este combate constituye uno de los objetivos fundamentales de las Proyecciones del Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía durante el 2024.
"Hace falta más mano dura, hace falta irle arriba a la blandenguería, a la falta de exigencia, a la falta de control en las fábricas, los almacenes, donde quiera que están los recursos y también es preciso un fortalecimiento de los cuadros", aseguró.
Como bien señala el colega Francisco Cruz " hay individuos que rehúyen el control, interno o externo, mayor o menor, son alérgicos a cualquier control, y precisamente lo hacen porque no están haciendo bien lo que tienen que hacer, ya sea por descuido e irresponsabilidad, o porque quieren disimular o apañar alguna fechoría.
Esos sujetos, dice Paquito, con no poca perfidia, a veces crean leyendas negativas y tratan de achacar al control interno las culpas de sus propias deficiencias o sus malas intenciones. Ahí vienen las críticas al contador que alerta de una violación, al directivo que exige que se cumpla lo establecido o a la legislación que establece un procedimiento razonable para asegurar un resultado.
En fin, ellos están claros de que el control interno sí es una coraza contra las ilegalidades.
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Fidel Benito Rendón Matienzo
Periodista con 40 años de experiencia, dedicado actualmente a temas económicos, merecedor en 2022 del Premio por la Obra de la Vida, durante 20 años ocupó diversas responsabilidades, además de ser tutor y miembro de Tribunales de Tesis de Grado e integrar jurados de concursos nacionales de Periodismo, de la UPEC y la ANEC.
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