Seré categórico en mi criterio: la selección absoluta cubana de fútbol le recetó un baile por todos los sectores de la cancha durante 70 minutos de juego a su similar de Barbados, y le endosó goleada de 3-0 por el grupo A de la Liga B, en la cancha sintética Antonio Maceo, de Santiago de Cuba.
Así, no solo obtuvo su primera victoria en la Liga de Naciones de Concacaf (Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Fútbol), después de caer 1-2 en el debut ante Guadalupe. Además, fue un sueño cumplido para sus jugadores que se desempeñan en ligas foráneas, ansiosos por debutar en suelo patrio luego de no poder hacerlo antes por el tema COVID-19 que les precisó jugar sus partidos siempre en rol de visitantes en las eliminatorias mundialistas y las fechas FIFA convocadas.
El conjunto dirigido por el técnico pinareño Pablo Elier Sánchez necesitaba un triunfo con varios goles. Y lo logró ante un rival de pésimo ABC futbolístico, que apenas efectúo cinco disparos a puerta en 90 minutos de juego. Por demás, el cuadro local usó similar alineación abridora a la que empleó contra los guadalupenses, sin presencia de un centro delantero.
Como era de esperar, Cuba comenzó el partido con mucha presión arriba y decidida a derribar el frontón defensivo instalado por los barbadenses, que les regalaron el balón sin rubor alguno y jugaron con tres defensas, cinco volantes y dos jugadores veloces en busca de un contragolpe que nunca llegó.
Las estadísticas no mienten. El juego siempre se disputó en territorio visitante, pues Cuba firmó un 63 por ciento de posesión del balón por 37 de su rival, disparó más a puerta (17 por 5) y realizó más pases (485 por 257). Además, los alumnos de Pablo Elier efectuaron siete tiros de esquina por ninguno su oponente. Y sin embargo, apenas cayeron tres goles.
Después de varias infructuosas llegadas al área chica rival, los cubanos "abrieron la lata" en el minuto 34, cuando el árbitro mexicano Marcos Ortíz aplicó la ley de la ventaja sobre una falta contra el volante de llegada Dayron Reyes, quien logra cederle el balón a William Pozo para que el mediocampista mixto lo mandara a guardar, de derecha y al ángulo, en la cabaña defendida por Kishmar Primus con una bella comba.
El toca-toca cubano y el desorden defensivo barbadense permanecían sobre la pista sintética. Los locales imponían el talento, la velocidad y algo tan vital en el fútbol actual: la complexión física. Pero aún así, les faltaba -y les faltó en muchos tramos del juego-, la definición en el último toque.
La segunda diana fue obra de Aricheell Hernández al minuto 37, quien recoge un balón que quedó suelto en el área después que el delantero Luis Javier Paradela cobrara una penalización a balón parado y su disparo rebotase en dos jugadores rivales.
Y el tercer gol fue obra del propio Paradela en el minuto 47 tras transformar un penal cometido sobre el delantero Onel Hernández. No hubo más dianas cubanas gracias a las buenas atajadas que firmó el cancerbero Primus.
Con el partido dominado, Pablo Elier realizó tres cambios en el minuto 60 y los dos restantes en el 70', para darles juego a varios atletas que tuvieron excelentes desempeños en el recién finalizado Torneo Apertura del fútbol cubano.
De ahí en adelante, y con la tarea hecha, el juego se diluyó sobremanera y en el minuto 87, los visitantes estuvieron cerca de conseguir el gol de la honrilla. Un error de la defensa cubana fue aprovechado por los atacantes rivales. Pero el cancerbero tunero Sandy Sánchez solventó la situación con una parada ante un disparo a boca de jarro de Omani Leacock.
Cuba se enfrentará el próximo día 9 a Antigua y Barbuda, el cuarto integrante de este grupo A de Liga B, en el cual solo el líder avanzará a la Liga A del certamen y certificará cupo para la Copa de Oro Estados Unidos 2022.
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