La noche de los Leones Peñalver

Al matador Juan Xavier y al jardinero derecho Yosvany los une desde este lunes más que la coincidencia del apellido, la conjunción de fuerzas y talento para asegurar la clasificación de Industriales a la semifinal del campeonato cubano de béisbol.

En el séptimo juego de unos cuartos de final que jamás olvidarán ambos equipos, no hubo sosiego hasta el out 27 que pudo ser, por milésimas de segundo o de centímetros, la fiesta del que fue vencido.

Uno lanzó la bola bateada con intenciones de caer en suelo de nadie y dejar al campo a los Leones, pero el otro, cual felino que siempre ha sido con su mano enguantada, se lanzó de cabeza y degolló la conexión.

Solo sabía que no podía picar, cómo la atrapé no sé, comentó poco después el autor del fildeo que tiene hoy a Industriales de vuelta en una semifinal.

Fue el playoff más extendido de todos, el único decidido en siete partidos, con un marcador en el choque de vida o muerte al estilo cachumbambé.

Pudo ganarlo cualquiera de ambos conjuntos, pero tocó a los Azules el premio gordo, que bien podría llamarse el premio de los Peñalver.

Los Gallos se arriesgaron con relevo largo de su cerrador Yanielquis Duardo, dominador durante más de cuatro innings, pero víctima de un picheo salvaje que decretó su derrota, luego de haber obligado al ex Grandes Ligas Yasmani Tomás a un rodado para doble play.

También innovaron los Azules entregándole la bola al Novato del Año, Rafael Perdomo, para que hiciera su primera apertura en el campeonato y el muchacho respondió con trabajo de 5.2 IP, 3CL, 12 H, 1K 1 BB).

Era lo que necesitaba el mentor Guillermo Carmona para enganchar con lo mejor de su bullpen: Frank Herrera y Juan Xavier. La fórmula le funcionó al mando Azul, que ahora mientras festeja debe estar pensando en cómo asumir la rotación para la semifinal.

Circulan imágenes en redes sociales digitales estremecedoras del bateador Lázaro Fernández, quien no podía creer que la bola se durmiera en la inquieta mano enguantada del rival.

Así de irónico e impredecible es este deporte, hay contactos suaves que caen en la yerba y otros fuertes que nunca tocan el suelo; es el béisbol, quien pretenda asirlo a lógicas mundanas muere de locura, como los fanáticos que no pueden nunca desintoxicarse de él.

Sancti Spíritus, con una armada renovada por urgencias y otras causas, dio pelea, fina y a veces menos elegante, pero la dio y cayó con las espuelas puestas, cantando alto que ellos se saben reinventar y seguirán haciéndolo.

Terminado el último pareo de cuartos de final, quedaron definidas las semifinales, previstas a comenzar el jueves. De un lado el clásico moderno: Las Tunas-Matanzas; del otro, el histórico: Santiago de Cuba-Industriales. Hay para todos los gustos y añoranzas.

LAS ESTRELLAS DE LA SERIE

La jornada de lunes empezó con el anuncio del Todos Estrellas ofensivo y defensivo de la Serie Nacional 62. Dos premios no tenían ninguna discusión: Perdomo (8-0), Novato del Año, y el santiaguero Osday Silva, líder en jonrones (18) y empujadas (80), como MVP.

Los bates de plata fueron ganados por Osvaldo Vázquez (CAV, R), Osday Silva (SCU, 1B),  Aníbal Medina (MTZ, 2B), Andrés de la Cruz (GTM, SS) y Dayán García (ART, 3B).

La tríada de jardineros la conforman Luis González (CMG), Denis Laza (MAY) y el líder de los bateadores del campeonato, el tunero Héctor Castillo.

Los espirituanos Rodolexis Moreno resultó el mejor utility y Frederich Cepeda el designado.

Los guantes de oro son el cátcher holguinero Nelson Batista, Yasniel González (MAY, 1B), Juan Miguel Martínez (MAY, 2B), Yulián Milán (GRA, SS), Alexander Ayala (CMG, 3B), Yosniel Pérez (CFG, LF), Alberto Calderón (IND, CF), Luis Antonio González (CMG, RF) y el lanzador Wilber Reyna (SCU).

El pinareño Erlis Casanova mereció el lauro a mejor pícher derecho, el artemiseño Geonel Gutiérrez igual premio entre los zurdos y el relevista más destacado fue el espirituano Yanielquis Duardo.