Si dos años atrás pocos pudieron prever que la selección femenina terminaría en la cuarta posición de la Olimpiada de ajedrez, probablemente nadie haya pronosticado que los dos equipos nacionales llegarían a la primera jornada de descanso, en la cita de Estambul, ubicados en la posición 47 los hombres y en la 59 las mujeres.
¿Qué ha sucedido? La selección masculina tenía grandes expectativas. Nunca antes Cuba había presentado a dos jugadores con más de 2700 puntos de ELO y parecía casi seguro que se podría superar la actuación de Khanty-Mansiysk, donde el plantel finalizó en el puesto 23. El comienzo en la capital turca fue prometedor, porque, en las dos primeras rondas, los cubanos aplastaron por 4 a 0 a Japón y por 3,5 a 0,5 a un equipo de sordomudos.
El capitán Reynaldo Vera esta vez decidió no darles descanso a sus mejores ajedrecistas ante rivales inferiores, así que Leinier Domínguez (2725) y Lázaro Bruzón (2711) ocuparon el primer y segundo tablero. La estrategia dio resultado, ya que ambos triunfaron. El debut del matancero Yusnel Bacallo fue exitoso; mientras el del holguinero Isán Ortiz dejó algunas dudas, porque dividió el punto frente a un contrario de 2234 puntos de coeficiente ELO.
Las cosas se complicaron en la tercera ronda, cuando los cubanos chocaron contra el fortísimo equipo inglés. Era el primer desafío de la Olimpiada y la selección nacional no pudo pasarlo. Dos derrotas y dos tablas decretaron el 1-3 adverso. Domínguez inclinó su rey ante Michael Adams (2722) y lo mismo le sucedió a Quesada, en su partida con Nigel Short (2698). Bruzón tuvo una prometedora posición frente a Gawain Jones (2653); pero el duelo terminó en tablas. En el cuarto tablero, Ortiz obtuvo el mejor resultado, al dividir el punto con David Howell (2635).
Este match perdido no sorprendió. El equipo retrocedió en la tabla; pero se esperaba que recuperara posiciones en la cuarta ronda, frente a Irán, un plantel con un ELO promedio muy inferior al de los cubanos, 2661 por 2508. No obstante, esa enorme diferencia no se demostró en el tablero, porque los iraníes lograron una victoria de 2,5 a 1,5. Domínguez, Bruzón y Quesada entablaron y Bacallao sufrió el revés que decidió el encuentro.
Después de dos fechas sin acumular un punto, los cubanos enfrentaron a Venezuela en la quinta ronda. Esta vez no hubo dudas y la barrida por 4 a 0 les permitió ascender. Ahora bien, solo quedan seis matches, por lo que un nuevo traspié los alejaría definitivamente de los 20 primeros lugares.
Dos de los principales favoritos al título, Armenia y Rusia, tienen actuación perfecta. Detrás aparecen Azerbaiyán y Croacia, que ha sido la gran sorpresa hasta el momento, con nueve unidades. Los ucranianos marchan en la sexta posición, igualados con otros 15 equipos que también acumulan ocho puntos.
DAMAS EN PELIGRO
Las cubanas no han lucido bien en las cinco primeras rondas de la Olimpiada. Ellas tuvieron la mala suerte de chocar contra rivales muy superiores, como Georgia y Alemania; mas era precisamente en estos matches donde debían demostrar su mejor nivel. No lo hicieron y, en ocho partidas, apenas lograron medio punto.
A diferencia de lo ocurrido en Khanty-Mansiysk, esta vez la defensora del primer tablero, Lisandra Ordaz, no ha podido resistir la presión de contrarios muy fuertes. Peor ha sido la actuación de la santiaguera Oleiny Linares, medallista de plata en la Olimpiada de Dresde, 2008. La santiaguera, en el tercer tablero – aunque es la líder del ranking nacional, por su ELO de 2355- acumula 1,5 puntos, en las cuatro partida efectuadas.
Sulennis Piña, en el segundo tablero, también ha tenido jornadas irregulares. Por ejemplo, no cumplió con los pronósticos en las tablas firmadas ante Annegret Mucha, la representante del equipo de sordomudas, de solo 2030 de ELO (por 2345 la granmense) y luego fue la que impidió la barrida germana, en una partida en la que estuvo muy cerca de la victoria.
La veterana Maritza Arribas, la ajedrecista cubana con mayor participación olímpica, tampoco pudo frente a contrarias de mayor ELO y cedió contra la georgiana Lela Javakhishvili (2458) y la alemana Marta Michna (2380). Por último, la debutante holguinera Lisandra Llaudy ha obtenido 1,5 puntos en las tres partidas disputadas.
Con cinco puntos de 10 posibles, el equipo nacional ocupa la posición 59, entre los 127 países que intervienen en la Olimpiada. Al igual que en el evento masculino, la selección rusa lidera el certamen, con un récord perfecto de cinco triunfos; aunque la diferencia es mínima sobre China, Serbia, Polonia y Eslovaquia.
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