En la ciudad de Valencia en el estado venezolano de Carabobo el béisbol tiene su sede el club de los Navegantes de Magallanes, uno de los históricos de la liga profesional de este país. En su estadio, el José Bernardo Pérez, se juega por estos días el campeonato panamericano de la categoría sub-15.
El gran incentivo del torneo es que ofrece cuatro pasajes para la Copa del Mundo que tendrá lugar en México entre agosto y septiembre. Y Cuba vino por uno de esos cupos. Este sábado dio el primer paso, aunque sudó demasiado para concretarlo.
Colombia fue el primer rival, y venía de haber sido vapuleado por Panamá el viernes. Algunos pensaron (me incluyo) que iba a ser un partido cómodo, pero los cafeteros arrancaron delante en la pizarra ante el primer pícher de la rotación de los cubanos y estuvieron más de la mitad del juego encima en la pizarra.
Emparejaron en el séptimo, último inning de los choques de esta categoría, y si no ganaron se debió, entre otras cosas, a serios problemas de control de sus lanzadores, quienes regalaron 12 bases por bolas, el triple de las entregadas por los pícheres de la Isla.
Cuba solo ligó seis jits, la mitad de un solo jovenzuelo, el antesalista Alejandro Cruz; mientras el noveno bate, Sergian Pérez, conectó dos, y el primer bate, Dunieski Ferrán, sonó el último, que fue además el que decidió el marcador en el octavo inning, cuando se aplicaba la Regla Schiller.
Al campo se reportaron cuatro errores en los libros, pero fueron más, de los que no se apuntan como tal en las estadísticas, los cometidos por los jugadores cubanos, muchos de los cuales no conocían más estadios que los de nuestro país.
Así que debutar en el extranjero, después de un accidentado viaje que para muchos fue de cerca de un día, y además debajo en la pizarra son argumentos muy fuertes a la hora de explicar ciertos desaguisados que explican, además, que los niños necesitan jugar más.
Los muchachos encontraron herramientas para resolver la compleja situación en la que se vieron buena parte del choque. Ganaron, dejando al campo a los cafeteros, y eso sirvió como un medicamento para calmar el estrés.
Suplen las deficiencias con muy buen estado de ánimo que ponen en función del ambiente en el campo y el banco durante los partidos. Roberto Peña es un líder dentro del grupo, uno podría pensar que cuando está al bate será tan impaciente como en la vida real.
Pero nada más alejado de la realidad, al menos en el primer choque cuando tomó cuatro bases por bolas e iba feliz para la inicial, consciente de que un boleto es como un jit.
La competencia ha sufrido varios ajustes en el calendario a la espera de que llegue República Dominicana. Así, este domingo Cuba se enfrenta a Puerto Rico a las nueve de la mañana.
El lunes van contra el equipo de casa que este sábado fue doblegado por Panamá (9-1) y el viernes dejó sellado un juego ante los boricuas cuando iban debajo en el marcador.
Con esas dos victorias contundentes, los istmeños han lanzado su candidatura para el título, pero apenas se han jugado par de fechas y sin poder cumplir al ciento por ciento el calendario previsto.
Además del retraso en llegar de República Dominicana, la lluvia hizo sus estragos el viernes después de efectuada la ceremonia inaugural, por suerte aún hay huecos para los ajustes en el programa de la fase regular.
Se augura una semana muy intensa en este campeonato para menores de 15 años. Lunes y miércoles se celebrarán tres juegos diarios.Después del duelo contra los anfitriones el lunes en el horario estelar (5:30 de la tarde), los nuestros irán frente a República Dominicana (martes) y Panamá (miércoles).
El jueves descansan con los ojos en el campo de juego, pues no se descarta que para entonces estén a merced de lo que suceda para saber por qué medalla van. Para sábado está prevista la discusión del bronce y el domingo la del oro.
Serán días de mucho béisbol. Se juegan los play off de la Serie Nacional, el campeonato panamericano sub-13 a partir del día 10, y este torneo que tiene también carácter de premundial.
Con los muchachos del sub-15 está un hombre que es una leyenda en Cuba. El hombre 400, Osmani Urrutia, quien no deja de dar consejos a los atletas, los enseña, alienta y nos dejó sus impresiones sobre el evento (ver video).
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