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sábado, 23 de noviembre de 2024

Sacerdote afrocubano en documental de Roberto Chile (+Fotos)

Uno de los documentales cubanos que más expectativas despertaron en el público durante la edición 33 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano fue Soy Tata Nganga, del realizador Roberto Chile

Cubahora en Exclusivo 19/12/2011
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Uno de los documentales cubanos que más expectativas despertaron en el público durante la edición 33 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano fue Soy Tata Nganga, del realizador Roberto Chile.

Con un montaje ágil y dinámico —como caracteriza a la poética de Chile en los últimos años-, Soy Tata Nganga retrata, durante 20 minutos, la vida de Enriquito Hernández Armenteros, nonagenario sacerdote de las religiones afrocubanas conocido como Enriquito el de la Hata, quien habita en la barriada habanera de Guanabacoa.

Uno de los atractivos de este audiovisual de Chile radica en utilizar la música de Alexei Rodríguez —cantante del grupo de rap Obsesión- para ir hilvanando coherentemente la historia, en lugar de recurrir a las tradicionales voces de off de los documentales narrativos.

La idea del audiovisual partió del libro Tata Nganga. El mundo mágico-místico de la religión bantú, escrito por el periodista Marcos Alfonso a partir de las vivencias acumuladas tras visitar el hogar de Enriquito durante 21 años.

"Prácticamente no tomé notas ni entrevisté a Enriquito. El libro lo escribí de forma totalmente narrativa para reflejar su vida y, a la vez, distintas fases de la religión Palo Monte", confiesa Marcos Alfonso.

"El secretario del Partido Comunista de Cuba en Guanabacoa nos sugirió a un pequeño grupo de Juventud Rebelde que lo entrevistáramos. En 1991 sacamos un pequeño artículo en el diario que en aquel entonces se tituló Tiene la palabra el babalawo.

"A partir de ahí, me identifiqué con el viejo. Tuve una comunicación rápida y, a los pocos días, por mi propia cuenta, empecé a visitarlo con asiduidad, a conversar con él y a observar las actividades que se realizaban en la casa. A los dos o tres años surgió la idea de escribir el libro."

-¿Qué se propuso como tesis del libro?

-Nunca pretendí hacer nada didáctico de la religión, ni nada que pudiera parecerse a un manual. Me basé, sobre todo, en ese mundo mágico-místico que hay alrededor de la religiosidad. Escribí una especie de novela en una onda garciamarquiana.

-¿Cómo llegó a los otros entrevistados?

-Fue a través de las relaciones interpersonales. Fui acopiando información por espacio de cuatro años. Cuando aquello fungía como Subdirector del diario Granma y tenía que aprovechar los momentos de tranquilidad de las noches para ir escribiendo mis paginitas.

"Al llegar a las 80 cuartillas vi que no me satisfacían ni el ritmo ni el tono del libro. Se lo di a leer a varias personas ajenas al periodismo y la literatura pero con cierto nivel cultural. A ellas les gustó pero a mi no me acababa de complacer", recuerda el periodista.

"Una noche mientras dormía soñé cómo quería el libro. Increíblemente me desperté y pude anotar en un papel las ideas. Rompí todas las páginas y comencé de nuevo. Eso fue alrededor del año 2000."

Cuenta Marcos Alfonso, quien en la actualidad labora en la Agencia de Información Nacional, que culminó el proceso de escritura a finales de 2004. Lo imprimió en una editorial colombiana (colaboraron una firma española dedicada a la comercialización del ron Legendario y la Agencia Prensa Latina).

"Ahora estamos gestionando con el Ministerio de Cultura hacer una edición cubana, ampliada con fotografías y otros textos. Quiero que Chile redacte el epílogo."

-¿Cómo se vincula Chile con la figura de Enriquito?

-Chile va a entrevistarlo y Enriquito me llama, pues me considera como su canciller, por la amistad que ha surgido entre nosotros. Ahí nos conocimos Chile y yo. Él leyó el libro, le gustó y después, entre los dos, coincidimos en que se podía hacer un guión. En eso estuvimos unos cuatro años.

-¿Qué importancia tiene el libro para el documental posterior de Chile?

-Pienso que tiene una gran influencia, porque aunque es de mayor amplitud fue la base del documental. A Chile le sucedió igual que a mí. Iba a las fiestas, a las ceremonias. Una cosa era la letra impresa y otra cómo llevarla a imágenes en movimiento.

-¿De qué forma concibieron el documental?

-Partimos de una gran entrevista a Enriquito. Se transcribió y cada uno la editó por su lado. Los puntos de coincidencia fueron dando el guión. Nos embullamos pero avanzamos poco a poco pues teníamos que parar cuando se nos presentaban otros compromisos de trabajo. Hasta que hace unos meses atrás dimos la recta final.

"Hubo momentos en que Enriquito se sentía cansado. Es lógico. Va a cumplir 94 años. Tiene los resabios propios de la vejez y estaba un poco escéptico.

"Nosotros divulgamos algunas cosas de la religión que no son comunes ni habituales en los medios audiovisuales. Llegamos hasta donde se podía — a veces un poquito más lejos. Pero lo logramos."

El documental Soy Tata Nganga, de la compañía Productora Alas con Puntas, liderada por Roberto Chile, fue exhibido en el Festival de Cine dentro de la sección Hecho en Cuba, en la Sala 2 del Multicine Infanta.

Ficha técnica del documental
Título: Soy Tata Nganga
Roberto Chile. Cuba/HD/ Documental/20'/Color/2011
Guión: Roberto Chile
Foto: Roberto Chile
Edición: Salvador Combarro
Música: Alexei Rodríguez
Sonido: Roberto Chile, Salvador Combarro
Animador: Reynier Aquino
Productor: Roberto Chile

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Fuente: EXCLUSIVO,
19/12/11


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