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martes, 5 de noviembre de 2024

La cara más familiar y a la vez desconocida de Haití

"Reembarque", documental de la cineasta cubana Glora Rolando, dedicado al pueblo de Haití y a la familia haitiano-cubano...

Yeneily García García en Exclusivo 10/09/2014
1 comentarios

La amplia humanidad de la señora que me regalaba dulces de coco y maní —los más ricos que me he comido en la vida— se me alumbró en la memoria a medida que pasaban las imágenes de Reembarque, el documental con que la cubana Gloria Rolando descubre una cara extraña de la migración haitiana hacia Cuba: la época en la que fueron repatriados miles de ancianos y niños hacia el cercano país, allá por la segunda mitad de la década de 1930.

Desde Sancti Spiritus hasta Guantánamo, los haitianos comenzaron a formar parte del entorno rural, cuando a partir de la danza de los millones de los primeros años del siglo pasado, comenzara a llegar mano de obra desde las naciones caribeñas vecinas. Yo que vivía en Ciego de Ávila, en un barrio que llamaban “de los jamaiquinos”, siempre podía contar con la sonrisa de la señora Petrona cuando regresaba de la escuela y su saludo, mitad español, mitad creole.

Cuando uno ve Reembarque, le parece que cada rostro es familiar, sin embargo, le choca lo desconocido de las redadas, de la Guardia Rural gritando: ¡Pa´Haití! ¡Pa´Haití!, de las personas siendo arreadas como ganado, embarcadas, avergonzadas, con la única culpa de aspirar a una vida mejor.

En Les cayes (Okay en creole), en el sur haitiano; Anastasia recuerda su casa, el piso de tierra, las tablas de palma, el guano en el techo, en el pueblo le dicen “La Cubana”, porque allá vivió y de allá tuvo que regresar . En Cuba, Verónica ya no piensa en volver, llegó a la Mayor de las Antillas con 14 años y tras su padre, a este lo regresaron y ella se quedó. Su madre ya no está, su padre tampoco. La patria que conoció ya no existe, no hay motivos para regresar.

Esas son dos de las voces que nos deja oír Gloria en este filme, que llegará al circuito nacional de estreno a partir de este jueves 10 de septiembre y que cuenta esta historia desde visiones múltiples: la de los protagonistas, la de los estudiosos, la de los que observaron y la de los que la descubren.

Esta es en gran medida la continuación de aquel trabajo que hiciera Titón (Tomás Gutiérrez Alea) en Cumbite, Juan Carlos Tabío con Martha Jean Claude en Haití, Humberto Solás en Simparelé o el que hicimos Santiago Villafuerte y yo: Haití en la memoria, esta vez un poco más dimensionado, dijo a Cubahora la cineasta, ávida investigadora y considerada entre los realizadores más activos del género en Cuba.

“Se trata de volver sobre una huella que es tan fuerte, que está presente en la cultura cubana y se hace tan cotidiana que a veces no nos damos cuenta. Tenemos una conexión histórica y emocional muy cercana, y quise que eso se viera en el trabajo.”

“Era la manera que tenía de contar esa historia de separación, partida, de dolor y esperanza, la misma que se repite en toda la región del Caribe.”

Filmada en las dos naciones, Reembarque no hace distinciones. A veces no puede diferenciarse donde se está, si en Haití o en Cuba. Las condiciones de las viviendas son muy humildes en ambos casos, y las historias tan parecidas que lo mismo da que filmaras en Okay, o en una colonia perdida en los campos de Camagüey.

No quería hacer dos bloques, quería que la narración fluyera, por eso se ve la escultura en homenaje al Cimarrón en tierra haitiana, junto a la fiesta en que se convierte la cocción de la sopa de calabaza, plato prohibido a los esclavos y símbolo de libertad, de la Revolución que espantó a los blancos y quedó registrada en la historia de la humanidad, dijo.

La música es un elemento más del discurso, al decir de la directora, esta está tan enraizada en la manera de vivir del caribeño, que nada pasa sin que esté presente la música. Lucía Huergo hace un trabajo espectacular en la composición de la banda sonora, y las interpretaciones de Ebenezer Semé —un trovador descendiente de haitianos descubierto por Gloria en sus andanzas por la Isla—  y el coro Dessandan, de Santiago de Cuba, ilustran ese vivir musical del que se habla en el trabajo.

“Es un pedazo de nuestra historia que no conocemos, sobre todo los cubanos. Una experiencia traumática que aún hoy, sorprendentemente, se repite. En República Dominicana quieren ahora repatriar a familias, personas que por generaciones han vivido en ese suelo, y que ahora pueden perder su hogar y regresar al país de sus ancestros, tan cerca y a la vez tan lejos. El tema reembarque sigue estando presente en el Caribe, un recordatorio del pasado, que amenaza con volver.”


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Yeneily García García

Lectora voraz y artista frustrada, enamorada desde siempre del periodismo de Agencia y ejerciéndolo con plenas facultades desde 2008.

Se han publicado 1 comentarios


Mirlay
 10/9/14 12:19

Haré todo lo posible por  verlo me gustaría conocer más en este documental sobre mi ascendencia paternal, lamentablemente no conocí a mi abuelo, pero con mucho orgullo llevo el apellido Michel, aunque no conozca ningun primo u otro familiar haitiano, y solamente haya quedado la huella en mi sangre y apellidos. Gracias a Gloria por Reembarque y a Yeleine por hacernos saber de tan especial documental.

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