En esta época de la postmodernidad muchas personas piensan que para lograr placer es necesario experimentar situaciones y estímulos nuevos y así evitar la rutina, en especial en el marco de la pareja, la cual a veces se deja llevar por modas sin pensar en posibles consecuencias o situaciones las cuales luego no saben cómo controlar.
Estoy de acuerdo que la pareja debe tratar de enriquecer la relación de manera sistemática y, parafraseando a Martí: “El amor es goteo (…)” o sea, hay que cultivarlo constantemente.
Cuando este queda en el marco de la relación con detalles, fantasías incentivadoras de la pasión, nuevos estilos de comunicación, resulta agradable, enriquecedor o no.
Ahora, cuando buscamos nuevos estímulos, se deben valorar no solo las ventajas, sino también otros elementos que no solo dependen de nosotros y si lo hacemos, debemos asumir posibles riesgos, pues van a intervenir otros elementos o personas los cuáles no sabemos cómo van a reaccionar, incluyendo a nuestra pareja.
Estas reflexiones se relacionan con la consulta realizada por una mujer de 25 años quien me refirió mantenía relaciones satisfactorias desde hacía tres años -tanto desde el punto de vista afectivo como sexual- con un hombre de 32, pero desde los inicios él siempre le manifestó el deseo de experimentar relaciones sexuales con ella y otra mujer al mismo tiempo.
Ella se resistió, pues no lo creía necesario, pero después accedió por temor a perderlo y además, porque creía que era un comportamiento relacionado con la modernidad.
A partir de ese momento comenzaron inseguridades por su parte y la de su pareja relacionadas con la preocupación sobre si al compartir con otra mujer ella es lesbiana, o si su marido disfrutó más con la otra que con ella, e incluso él le ha insinuado su preocupación sobre cómo fue su comportamiento en esa situación.
Es importante ante este tipo de situaciones o similares, valorar qué realmente la llevó a aceptar esta nueva experiencia, si es solo el deseo de probar cosas nuevas o fue por la presión de su pareja, pues si fuera por esta última razón, se debe aprender a no acceder a lo no deseado.
Otro aspecto a considerar es cuando en una relación interviene otra persona, aunque sea de manera ocasional, se puede poner en riesgo el vínculo que es de dos, pues no es igual aquello a usar como fantasías, a llevar estas a la realidad, ya que se adicionan nuevos elementos los cuales no siempre vamos a poder predecir o controlar como son las dudas surgidas sobre su orientación sexual.
Es recomendable pensar bien cuando nos ponemos en situaciones de cierto riesgo, y no lo hablamos desde el punto de vista físico, sino emocional.
El tener relaciones sexuales y amorosas intensas, flexibles, abiertas y buscar nuevas sensaciones dentro de la pareja para el placer, es algo muy bueno, al igual que vivenciar fantasías sexuales siempre y cuando sean placenteras para ambos, hasta aquí no veo ningún riesgo.
También cualquier imagen erótica puede despertar excitación sin que necesariamente tenga una interpretación relacionada con algún tipo de orientación sexual.
En mi experiencia como terapeuta es bueno valorar no solo la espera de satisfacciones sino además probables conflictos a crearse en la pareja ante experiencias de este tipo, donde participan una o más personas.
He visto en consulta cuando uno de los miembros plantea que la situación, al vivirla, le produjo celos, inseguridad, molestia, al ver disfrutar a su pareja con otra persona. Además, al entrar otros entes en el marco de la intimidad, se pierde el vínculo estrecho y armónico logrado por la pareja.
Ante cualquier comportamiento es recomendable valorar tanto riesgos como beneficios y aunque puedan usar, si lo desean, fantasías entre la pareja, al romper los límites de dos se deben asumir también los riesgos.
Alfred
6/9/16 14:46
Somos una pareja y aunque nunca lo hemos llevado a materializarlo siempre hemos fantaseado con esa idea, no me parece que en una relación sólida los celos quepan, pienso que lo más importante es ambos estén totalmente de acuerdo y que vean esto como una experiencia novedosa dentro de la relación. Si alguien está interesado en debatir conmigo sobre esto me pueden contactar en el foro del Joven Club (http://foro.jovenclub.cu), mi nick allí es Alfred, saludos a todos
Yoel71
12/7/16 10:57
Yoel71, creo muy personalmente que los límites en la sexualidad, mas que la pareja en si es la sociedad la que con sus tabues la que los impone, en el caso de esa fantacía tan comun en muchas personas como son los trios el problema para que tengan un buen resultado es que tanto el como ella esten seguro de que lo desean y no para complacer, en mi caso llevo un matrimonio de 15 años y desde hace 10 lo prácticamos y para nada nos ha hecho daño al contrario creo que son pocas las uniones que tienen el grado de complicidad, sinceridad y entrega que nosotros, acá les dejo mi dirección para los que deseen escribirme y debatir sobre el tema en un marco mas estrecho yoel.aguilera@carnicalt.alinet.cu
jornegrito
31/1/13 13:46
todo lo que una pareja haga de mutuo acuerdo en la intmidades normal
nailet
29/1/13 13:27
que pena siento por ellos,que poco conoce sobre la sexualidad, que insatisfaccion tan grande, muriendose de sed teniendo tanta agua
pepe
24/1/13 11:59
no creo que esto sea tan necesario en una pareja donde la intimidad y la seguridad tienen que ser plenas. Si tu pareja necesita de esos incentivos no existe algo que se llama amor y que es real. solamente lo esta haciendo para pasar un rato y no va a ser por siempre esa relacion afectiva tarde o temprano la pareja terminará destruyéndose. No solo por esa situación ni lo que casó la misma sino por la intatisfacción de uno con respecto al otro. Muchas gracias.
Yasser Zambrana Morejón
23/1/13 15:10
Por supuesto, todo en exceso hace daño, lo que sí hay que respetar es la preferencia sexual de cada cual... lo que sí es necesario es poner un límite a la intolerancia brutal contra la individualidad del ser humano. Muchas gracias
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