Por: Lyl Jiménez Rodríguez
Estudiantes de la Universidad Báuman, en Rusia, bajo la dirección del profesor de la cátedra Sistemas Aeroespaciales, Gueorgui Scheglov, proyectaron un sistema único de naves espaciales para limpiar la basura de la órbita circunterrestre de las etapas superiores de los cohetes portadores y otros objetos de gran tamaño.
El sistema está compuesto por varias naves: un módulo espacial principal y cerca de 15 módulos menores de frenado. Este proyecto será presentado en el 70° Congreso Internacional de Astronomía, que se celebrará en Washington.
El espacio va en camino de convertirse en un basurero: satélites inservibles, partes de cohetes y herramientas. Todos estos restos orbitan la Tierra de forma descontrolada. Los expertos calculan que se trata de más de 750.000 piezas de chatarra, todas mayores de un centímetro.
Las pequeñas partículas pueden tener, debido a la velocidad que circulan, un efecto negativo y ser peligrosas para satélites, estaciones espaciales y cohetes. En 2009 por ejemplo chocaron dos grandes satélites, el estadounidense Iridium 33 contra el ruso Kosmos 2251, ya inactivo.
De la explosión se originan grandes escombros que chocan una y otra vez, vuelven a ser lanzados al espacio y colisionan con otros restos. Los expertos en basura espacial tienen precisamente miedo de esta reacción en cadena. La llaman el síndrome de Kettler, es decir, por las colisiones se originan tantas partículas diminutas que, en algún momento, será imposible enviar más satélites al espacio e incluso los vuelos espaciales serán inviables.
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