Las partículas de carbono negro que contaminan el aire que respiramos llegan hasta la zona de la placenta donde se encuentra el feto en desarrollo en las mujeres embarazadas, según un estudio que acaba de salir a la luz.
La investigación fue publicada por la revista científica Nature Communications y podría suponer el primer paso para explicar por qué la polución está vinculada a un mayor riesgo de aborto espontáneo, parto prematuro y bajo peso al nacer.
La placenta está compuesta por:
- La placenta fetal, hecha del mismo tejido que forma el feto
- La placenta materna, hecha a partir de tejido del útero de la madre
El oxígeno y los nutrientes atraviesan la placenta materna hasta llegar a la placenta fetal y son después transportados al feto a través del cordón umbilical.
Los productos de desecho del feto, como el dióxido de carbono, retornan a través de ese sistema hacia el otro lado.
En el medio hay una membrana semimpermeable hecha de tejidos placentarios.
Los investigadores creen que esas partículas viajan desde los pulmones de la madre hasta la placenta.
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