La metanfetamina es una potente y maligna droga capaz de generar adicción. En los países donde se consume, se fabrica en laboratorios clandestinos usando procedimientos sencillos e ingredientes relativamente baratos, generalmente de fácil acceso.
Es un fuerte estimulante, conocido por su fama de ser una droga altamente dañina.
Los adictos pueden permanecer despiertos durante varios días y les genera un creciente agotamiento físico, psicológico y cognitivo. A la larga, los conduce a problemas cardiovasculares graves.
RETRATO DE UN ADICTO A LA METANFETAMINA
La droga bloquea las manifestaciones normales de fatiga, sueño, hambre. Los adictos a esta sustancia, pueden permanecer despiertos durante varios días. Crea un creciente agotamiento físico, psicológico y cognitivo. Transcurrido un variable tiempo de uso, degenera en muy serios problemas cardiovasculares, capaces de conducir a la muerte.
Cuando la droga abandona el organismo, estas víctimas de su propia adicción pueden experimentar estados de gran agitación psicomotriz, a veces asociados con comportamientos violentos y delirios persecutorios. Pueden llegar a cuadros psíquicos apenas distinguibles de aquellos producidos por una esquizofrenia de tipo paranoide.
BOCA REPULSIVA
La llamada “boca metanfetamínica” se refiere al severo deterioro de las piezas dentarias provocado por los largos periodos de sequedad bucal y pobre higiene oral durante los periodos de consumo intenso.
A estas causas se añade que, debido a la supresión del apetito, los usuarios consumen bebidas carbonatadas y altamente endulzadas, lo cual deteriora aún más los dientes, llevando a los usuarios a describir sus piezas dentarias como “ennegrecidas”, “podridas” o “cayéndose a pedazos”, acompañado de una espantosa fetidez oral.
La acidez de la droga también puede dañar el esmalte dentario. O durante su malévola acción pueden rechinar o apretar los dientes, todo lo cual también puede dañar la dentadura. Muy a menudo las piezas dentarias no se pueden salvar y deben ser extraídas.
METANFETAMINA Y CORAZÓN
En investigaciones publicadas desde hace algún tiempo ya se había establecido la vinculación entre el uso de metanfetamina con complicaciones en el corazón capaces de contribuir a la muerte de quienes utilizan esta tóxica y venenosa sustancia.
Pero aún no estaba claro si dejar de utilizar la droga por parte de los adictos era capaz de revertirse en una mejor salud cardiaca.
UNA RECIENTE INVESTIGACIÓN
En un reciente estudio realizado en el Centro Cardiaco de Leipzig, en Alemania y publicado en la revista Journal American College of Cardiology, se pudieron comprobar cómo las infelices víctimas de la metanfetamina, al dejar de utilizar la droga de manera radical revierten el daño de sus maltrechos corazones.
Después de dejar definitivamente a un lado a la despiadada metanfetamina, las personas investigadas, con una edad promedio de 30 años y ya con evidencias de insuficiencia cardiaca, tuvieron menos probabilidades de fallecer, sufrir un accidente cerebrovascular o una insuficiencia cardiaca más severa, en relación a quienes siguieron encadenados y esclavizados a tan letal compañía.
UNA BUENA CONCLUSIÓN
Debido a las probabilidades de recuperación de la función cardiaca en una etapa precoz de la enfermedad, el diagnóstico temprano de las complicaciones cardiacas en los pacientes con abuso de la metanfetamina podría prevenir un daño mayor en este importante órgano.
La insuficiencia cardiaca se caracteriza porque el corazón no puede bombear suficientemente bien la sangre para suplir el oxígeno y otras necesidades al cuerpo. Entre otras manifestaciones clínicas, a estos enfermos, ansiosamente sentados en sus camas, les falta el aire y tienen la desesperada sensación de estarse ahogando
En lugar de administrar solamente los medicamentos cardiacos necesarios a los pacientes adictos a la metanfetamina, los médicos deberían insistirles a estas personas gravemente enfermas para que abandonen este peligroso hábito, pues también la función cardiaca mejoraría definitivamente, pero solo después de renunciar definitivamente a la droga.
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