Dos motivaciones cronológicas entretejen la entrada de hoy. Las más cercanas celebraciones por el Día de las Madres y la recordación el 19 de mayo de la última costura física del más denso hilo de nuestra nación: José Martí Pérez.
Hace dos años, y por las mismas motivaciones, el popular dúo Buena Fe publicó en su perfil de Facebook un mensaje de felicitación a todas las madres, en el que compartió el video de la musicalización del poema martiano “A mi madre”, interpretado por los jóvenes Dairon Rodríguez Lobaina y Javier de la Paz Milanés.
“Nuestro cariño y agradecimiento a todas las madres, de la mejor manera que hoy podemos hacerlo: en la voz, música y guitarra de nuestro querido Dairon” —decía el texto. Dairon Rodríguez Lobaina, quien era guitarrista de la agrupación acompañante del dúo guantanamero, había fallecido, horas antes.
Rodríguez Lobaina (La Habana, 1984) se había inspirado en la carta-poema firmada el 28 de agosto de 1870 por el prisionero 113 de la Primera Brigada de Blancos de la Real Cárcel:
“Mírame madre, y por tu amor no llores,
si esclavo de mi edad y mis doctrinas
tu mártir corazón llené de espinas,
piensa que nacen entre espinas flores”.
La escribió el joven Martí al dorso de una foto que envió a su madre Leonor Pérez.
La imagen había sido capturada el 5 de abril de 1870 en el Presidio Departamental de La Habana, por el reconocido retratista José Lorenzo Cabrera, quien había sido designando por del capitán general de la isla, Don Domingo Dulce Garay, “para retratar en fotografía a todos los penados y reclusos que tengan entrada en el departamental y correccional de vagos de esta plaza; para si se fugaren sean remitidos a los jefes de la Guardia civil, de policía, gobernadores y comandantes militares, el número de retratos necesarios para que estos a su vez las circulen a los Pedáneos quienes los expondrán al público en una tablilla de la puerta de la Capitanía, con lo cual será a todos fácil retener las facciones de los prófugos, y por consiguiente conseguir su aprehensión”.
En ella, el condenado a seis años de cárcel por sus ideas independentistas mira serio a la cámara, rapado y vistiendo el uniforme de preso. En la mano izquierda, apoyado a una columna dórica, un sombrero negro. Bien elocuentes las cadenas y el grillete que arrastra.
Del retrato que le hizo Cabrera en la cárcel se conocen dos copias, la enviada a su madre y otra a su entrañable amigo Fermín Valdés Domínguez con esta dedicatoria: “Hermano del dolor, no mires nunca/ En mí el esclavo que cobarde llora./ Ve la imagen robusta de mi alma/ Y la página bella de mi historia”.
Evidencias de la preocupación del futuro Apóstol de la independencia por el sentido que se le daría a aquella foto suya. Representación de sus actos y convicciones, sus significados debían apuntar a la de un esclavo digno y consciente de su elección. Las dos, metáforas de lo que sería su vida.
Según varios autores, el primer poema escrito por José Julián fue dedicado a su madre Doña Leonor Pérez. Escrito en 1868 con motivo del cumpleaños de ella, bajo el título “A mi madre”. Versos retomados por muchos cubanos en las postales que se envían por estos días: “Madre del alma, madre querida, / Son tus natales, quiero cantar;/ Porque mi alma, de amor henchida,/ Aunque muy joven, nunca se olvida/ De la que vida me hubo de dar…”.
Cuentan que el 22 de noviembre de 1887, en el puerto de Nueva York, después de 16 años sin abrazarlo, Doña Leonor le entregó la sortija que ella en persona mandó a hacer por petición de Martí, hecha con un trozo de la cadena que arrastró en el presidio, y con una inscripción con el nombre de Cuba. Con sus 59 años a cuestas, lo hizo convencida de que nunca más tendría a su hijo apacible en las sombras de su hogar, con tanto que hacer por su patria.
“Al lado de un gran hombre, hay una grande e indispensable mujer” — se repite. Martí lo dijo mejor: “Las campañas de los pueblos sólo son débiles cuando en ellas no se alista el corazón de la mujer, pero cuando la mujer se estremece y ayuda, cuando la mujer, tímida y quieta de su natural, anima y aplaude, cuando la mujer culta y virtuosa unge la obra con la miel de su cariño, la obra es invencible”. Mujer, compañera, tutora, madre.
El 15 de mayo de 1894, Martí le escribió a su madre: “...¿de quién aprendí yo mi entereza y mi rebeldía, o de quién pude heredarlas, sino de mi padre y de mi madre? (...). A otros puedo hablar de otras cosas. Con Ud. se me escapa el alma, aunque usted no apruebe con el cariño que yo quisiera mis oficios”.
Otra madre que lo conmovió profundamente fue Mariana Grajales Cuello. Tras su muerte en Jamaica, escribió en el periódico Patria: “¡Qué había en esa mujer, qué epopeya y misterio había en esa humilde mujer, qué santidad y unción hubo en su seno de madre, qué decoro y grandeza hubo en su sencilla vida, que cuando se escribe de ella es como de la raíz del alma, con suavidad de hijo, y como de entrañable afecto? Así queda en la historia, sonriendo al acabar la vida, rodeada de los varones que pelearon por su país, criando a sus nietos para que pelearan”.
“Mírame, madre”, es uno de los temas incluidos en el CD & DVD Motivos martianos, publicado por la EGREM en el 2014. Un proyecto de la Sociedad cultural José Martí ideado por el cantautor Israel Rojas, encaminado —como muchos otros— a promover el conocimiento de la vida y obra del más grande de los cubanos, y acercar su imantada figura como una brújula frente a la tan difusa y fragmentadora modernidad.
En la grabación participaron, entre otros, Juan Formell y los Van Van, Alexander Abreu y Habana D´Primera, Buena Fe, Adrián Berazaín, Arnaldo y su Talismán, Polito Ibáñez, Clave y Guaguancó, D'CoraSon, el coro infantil Solfa, Zeus y el cantante sudafricano de origen cubano Fi.
A varios de los temas del disco se les produjo videoclips, entre ellos, “Por encima de lo conocido”, al que nos referimos en una entrada anterior.
El videoclip “Mírame madre” fue realizado, sin muchas pretensiones formales, por el graduado de la Facultad de Artes de los Medios de Comunicación Audiovisual del ISA Pablo Massip Ginestá. Es un audiovisual sencillo que combina tomas de madres contemporáneas, en cotidianas facetas maternales, con el performance de los trovadores. Se inicia y cierra con sendas escenas que lo conectan con las madres de la historia, un soldado toma un machete y una foto de Mariana Grajales que guarda en el bolsillo de su camisa verdeolivo.
Miguel Jedus Ojeda Vila
17/12/20 21:11
CUANDO MARIANA LO SUEÑA. Cuando Mariana lo sueña viene volando una palma que con mariposas canta. Hermanos-Sueños, tan Hombres, Mariana- Patria, que orienta, Guerra- Poema , de tierra, Herida-Vida, de Historia. Si hoy Mariana los pierde, los encuentra Ayer-Mañana en esa Guerra- Esperanza. Ya se proyecta Mariana, Madre- Patria, centinela de la palma, de la Estrella, Los Maceo, los cubanos, Mariposa, sueño," vuela. " Miguelito Ojeda. 59294219 migueljesusvila@nauta.cu estoy en W. ARTISTA DE ME'RITO DEL ICRT. miembro de LA UNEAC. jubilado en RADIO CUBANA.
Isabel
17/5/20 17:48
Estoy enamorada de esa canción, por favor mandenme la letra que no logró entender el fina. Tengo 74 años.
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.