Que no falte el maestro

El curso escolar 2016-2017 está por decir adiós. Atrás van quedando, para los alumnos y profesores, los intensos días de estudio y preparación, de las horas robadas al sueño y del rigor científico que requiere la escuela. Son días de recuento necesario y también de proponerse nuevas metas para ser mejores, seguros de que sin el enorme capital humano creado por la Revolución, no podía ni siquiera soñarse con los diversos cambios educacionales que Cuba lleva a cabo en la actualidad.

El notable déficit de docentes en algunas provincias del país es uno de los aspectos en los cuales habrá que seguir mirando ahora y siempre. Disímiles problemas, entre ellos la no cobertura total de las plazas que ofertan las universidades de Ciencias Pedagógicas para la formación de los profesores, siguen comprometiendo el buen desempeño del proceso docente-educativo. Más, si tenemos en cuenta que ellos han de garantizar la docencia en las enseñanza Secundaria, Preuniversitaria y Técnico Profesional.

No pocas veces autoridades del Ministerio de Educación (Mined) han referido que provincias como Mayabeque, Artemisa, Matanzas y La Habana son de las más complejas en el completamiento de sus plantillas. Para resolver tal entorno se han tomado diversas iniciativas: la contratación de personal capacitado, maestros de otras provincias, directivos de las escuelas y los funcionarios de Educación de los niveles Municipal y Provincial que imparten clases, al igual que estudiantes universitarios.

Recientemente, durante la reunión del Consejo Nacional de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media y del Pleno del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas, se habló de la imperiosa necesidad de incorporar más estudiantes a las carreras pedagógicas y mantener una alta retención escolar en estas. Tal propósito será acompañado durante el nuevo curso escolar por ambas organizaciones juveniles.

Aunque la formación en escuelas pedagógicas ayuda a resolver en cierta medida el déficit de maestros en la enseñanzas primaria, preescolar y especial, como explicó la doctora Ena Elsa Velázquez Cobiella, ministra de Educación, existen serias dificultades con los profesores que han de formarse en las universidades de ciencias pedagógicas —quienes garantizan las enseñanzas secundaria, preuniversitaria y técnica-profesional— sobre todo porque en los próximos cinco años no se van a graduar maestros de Español, Historia y Matemática, y de otras especialidades serán también muy pocos los estudiantes.

La reapertura de las escuelas pedagógicas ha sido una buena iniciativa ante esta situación. Por ello, a partir del próximo curso escolar abrirán dos nuevas escuelas de este tipo: una en el municipio guantanamero de Baracoa y otra en el capitalino territorio de Boyeros, en la antigua Escuela de Instructores de Arte Eduardo García Delgado, la cual tendrá capacidades para estudiantes internos.

Al intervenir en los debates, Velázquez Cobiella explicó que con estos dos nuevos centros sumarán 26 las instituciones de ese tipo en el país. En ambas escuelas, como en las del resto del país, los estudiantes se formarán con un plan de estudios de cuatro años y luego podrán continuar en las universidades pedagógicas. Vale apuntar que en estos momentos en las escuelas pedagógicas se forman más de 20 000 alumnos.

Otro dato importante aportó y es que más de 18 000 habrán sido graduados al término del presente año docente, desde que en el curso 2010-2011 renacieron los planteles de este tipo, que al decir de la ministra de Educación seguirán contribuyendo a la disminución del déficit de profesionales en el Sistema Nacional de Educación, y a elevar su vitalidad y calidad en la base.

La titular del sector detallaba que también en este año egresarán de esos centros los primeros maestros en Inglés para la enseñanza primaria, con lo cual se pretende comenzar a completar la demanda de profesores de esa materia para desarrollar con calidad los programas de ese idioma de tercero a sexto grados. Esta ha sido una dificultad que ha acompañado a la enseñanza en los últimos cursos.

Con septiembre llegará también la formación de maestros para el nivel de Secundaria Básica a partir de egresados de noveno. Esta experiencia comenzó el curso anterior con la preparación de docentes para la Enseñanza Técnica-Profesional, y ha tenido un buen desempeño, por lo cual se extenderá ahora a la formación de especialistas en las distintas asignaturas que se imparten en las secundarias básicas.

Quienes egresen de esos cursos, además de tener la preparación necesaria para impartir clases, poseerán el nivel de la enseñanza media superior —duodécimo grado—, lo cual les permitirá continuar superándose en las universidades y alcanzar el título de licenciados.

Son algunas de las estrategias que se avecinna y fortalecen en el camino para seguir creciendo en maestros, pero hay que apuntar con otras iniciativas para “enamorar” por el magisterio a quienes han de formarse en las universidades de perfil pedagógico. En todos los casos se trata de formar un docente de alta sensibilidad humana, que ame su profesión y a los niños, para que pueda desarrollar las cualidades y cumplir los objetivos previstos para los diferentes niveles de enseñanza.