Popularmente todos la llaman la “Plaza de las palomas”; debido al espectáculo diario de ver a varias decenas de estas vistosas aves revolotear al unísono de un extremo a otro de este pequeño rincón de la Habana Vieja, ubicado entre la Lonja del Comercio y la gran iglesia de San Francisco de Asís.
Cómo una vez afirmó alguien y seguramente la mayoría de los citadinos comparten, “las palomas tienen su magia, verlas y estar en contacto con ellas da una calma increíble, y una sensación muy agradable de quietud y armonía con la naturaleza”.
Como dato curioso, un estudio presentado hace unos seis años en Escocia, durante la Conferencia Anual de Biología Experimental, reveló que las palomas urbanas son capaces de diferenciar a unas personas de otras y probablemente identifican rasgos faciales. El experimento mostró cómo dichas aves eran capaces de reconocer a los individuos que las habían espantado, incluso cuando estos dejaron de hacerlo.
Pepe
22/3/17 11:00
Una escena magica esa la de las personas dandole comida a las palomas.
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.