Comunicar y comunicar bien

La comunicación es un proceso que transversaliza todo lo que ocurre en la sociedad, y por tanto no debe verse únicamente como una herramienta de dirección. Consciente de esa verdad la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales (ACCS), se pronunció el pasado miércoles por contribuir desde la ética, la profesionalidad y el compromiso a la formación de una cultura y un modelo comunicacional adecuado a las condiciones del país.

Se trata del mayor aporte que puede hacer una organización gremial como esa a la actualización de nuestro modelo económico y social, precisamente, cuando los documentos aprobados por el 7mo. Congreso del Partido reconocen que la comunicación social es un recurso estratégico de dirección del Estado, las instituciones, las empresas y los medios de comunicación, al servicio de la participación —incluido el debate público— y el desarrollo del país.

Quienes asistieron a la jornada inaugural de la 6ta. Asamblea Nacional de la ACCS destacaron que los tiempos actuales exigen comunicar y comunicar bien. “Nos corresponde mantener el ejercicio profesional y comprometido en todos los soportes y escenarios en que se desarrolla la comunicación, con mensajes claros, con atractivos estéticos, emotivos, optimistas, atendiendo a los públicos a quienes nos dirigimos”, dijo Rosa María Pérez Gutiérrez, presidenta de la Comisión Organizadora del encuentro.

En tal sentido la creación de espacios de debate y análisis de las distintas disciplinas de la comunicación social en las provincias estuvo en el centro de la actividad profesional de la ACCS durante los últimos cinco años, así como el intercambio de experiencias con los comunicadores de los Organismos de la Administración Central del Estado, las Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial y disímiles entidades nacionales.

Igualmente en la etapa de trabajo se impartieron más de 2 mil cursos de capacitación, con matrícula de 38 mil participantes y se realizaron acciones de superación para especialistas y estudiantes, lo que llevó a la firma de convenios entre la Cámara de Comercio, la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, las casas de altos estudios de Brasil y Perú, la Federación Iberoamericana de Comunicación Interna y otros centros.

También durante este periodo ha sido intenso el trabajo de la Asociación por contribuir a legitimar el campo profesional de la comunicación social, por movilizar la creatividad de sus asociados en el diseño e implementación de estrategias de comunicación en beneficio de nuestra sociedad, por fomentar la apropiación y uso con sentido propio de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.

Se evidencia avances, pero queda mucho por hacer de manera individual y como organización profesional. Por solo citar un ejemplo, el aporte de la comunicación al desarrollo de proyectos locales exige la atención de las instancias de base de la Asociación. Así queda plasmado en el Informe del trabajo realizado en el quinquenio 2012-2017, donde se destaca que resulta imposible generar participación e identificación en tales proyectos sin comunicación con sus principales actores.

La inexistencia de una política de comunicación del Estado y Gobierno cubano otra vez salió a relucir durante las intervenciones de los delegados, y la Asociación se pronunció por contribuir una vez que está aprobada a su implementación. Igualmente se pronunció por apoyar desde la superación a una estrategia comunicativa para estimular la exportación de productos y servicios, así como la sustitución de importaciones.

A continuar el legado de grandes comunicadores como José Martí, Fidel y el Che, a promover el estudio de la historia de las comunidades locales e instituciones, a ejercer la crítica ante prácticas inapropiadas en la comunicación y en lo fundamental a realizar acciones para compartir el conocimiento, llaman los Objetivos de trabajo aprobados para el periodo 2017-2022. Además convoca a contribuir desde la Asociación a la legitimidad de las disciplinas profesionales de la comunicación social en Cuba y a perfeccionar su funcionamiento en todas las instancias.

Se dijo que el diálogo permanente con el pueblo y los trabajadores, argumentar, razonar y ver la realidad en toda su complejidad, sin ingenuidades, es imprescindible en la actual batalla, pues en el escenario que vivimos, le corresponde también a los comunicadores sociales cubanos la trascendental misión de develar las pretensiones imperiales por todos los canales posibles y contribuir a movilizar al pueblo en la participación de la construcción de la sociedad socialista a la que se aspira.

En tal sentido la Presidenta de la Comisión Organizadora dijo que Cuba no está ajena a las pretensiones imperiales y es grande el desafío que tenemos por delante. “La historia se repite. Si durante la administración de Obama se proponía la política de la zanahoria, el nuevo presidente de Estados Unidos Donald Trump, parece decidido a retomar la política del garrote. Por tal razón debemos estar preparados pues las esencias de sus pretensiones son las mismas: destruir la Revolución”.

Repensar Cuba desde la comunicación social tiene que ser una premisa de ahora y de siempre. La implementación de estrategias y campañas comunicativas en beneficio de la sociedad, así como la búsqueda de mecanismos que incrementen la efectividad del trabajo que realiza la Asociación tiene que seguir abriéndose paso, pues la comunicación es una profesión de servicio público, de compromiso con los destinos del país y de entendimiento.