Sin goles, es imposible triunfar

Reza el viejo adagio futbolístico que "goles son amores". Por eso, los equipos que no los consiguen, jamás pueden crecer en el ámbito internacional.

Y la selección cubana de fútbol ya lleva 360 minutos de juegos- léase cuatro partidos-, sin marcar goles en las eliminatorias de la Confederación Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (Concacaf) para la Copa del Mundo Brasil 2014. 

A saber, la tropa timoneada por el técnico granmense Alexander González cayó este martes 0-1 ante Honduras, como visitante en el estadio Olímpico Metropolitano de San Pedro Sula, en partido de vuelta.

A manera de resumen, los rotativos hondureños reportan que el cuadro local no fue arrollador como esperaban muchos, quienes que apostaban a que su país ganaría por goleada.

Los centroamericanos comenzaron jugando rápido, con un fútbol de mucho toque, de pases cortos y largos aprovechando la velocidad de Marvin Chávez, Mauricio Sabillón y Bonieck García, quienes filtraban balones a Jerry Bengtson y Georgie Welcome, sus compañeros en el ataque.

Los cubanos, por su parte, jugaban a la defensiva para frenar las embestidas de un rival cuyo objetivo era ganar o ganar para mantener vivas sus posibilidades de pasar a la segunda fase de la eliminatoria.

El gol anfitrión llegó por intermedio del delantero Jerry Bengtson, al minuto 32, con un remate de cabeza tras recibir un centro preciso de Roger Espinoza, después de burlar a dos defensas cubanos.

También trascendió que las oportunas intervenciones del veterano guardameta Odelín Molina, y de la defensa cubana, evitaron que Honduras se fuera al descanso con un resultado mayor.

En el tiempo complementario, los catrachos continuaron con su dominio toque a la esférica creando mayores oportunidades de ataque. Pero no pudieron conseguir más goles.

La ansiedad parecía hacer presa de los atacantes de la selección hondureña, que no podían romper el cerrojo ordenado de los cubanos.

Sin renunciar al ataque, el técnico de Honduras, el colombiano Luis Fernando Suárez, sacó al delantero Georgie Welcome por el centrocampista Orlin Peralta.

Pero los cambios no fructificaron, mientras que al minuto 90, Cuba estuvo a punto de empatar el juego por medio de Roberto Linares que recién había entrado de cambio.

El final llegó con más angustia que emoción para Honduras, que por mejor promedio de goles saltó al segundo lugar de su grupo, con siete puntos, luego de que Panamá volvió a la cima (nueve puntos) tras vencer por 2-0 a Canadá.

Este fue el partido de vuelta entre ambas selecciones. En el del ida, dirimido el pasado viernes en el estadio Pedro Marrero, de esta capital, los catrachos habían salido airosos por 3-0.

Tras estos resultados, Cuba continúa en el cuarto y último peldaño del grupo, con cuatro derrotas al hilo, y balance de seis goles en contra y ninguno a favor en 360 minutos de juego. Y sin goles, es imposible triunfar.