Nunca dudé de la victoria, incluso puedo alardear de poseer la gracia del Oráculo de Delfos, aunque claro, mi "bla bla bla" se desmorona si nuestro objeto de análisis es la velocista cubana Omara Durand, pues cualquiera alcanzaría a vaticinar el triunfo de la estelar corredora.
Así, con los pronósticos sobre la mesa y las esperanzas a cuestas, la santiaguera conquistó el título de los 400 metros T13 (débiles visuales), durante los XIV Juegos Paralímpicos de Londres 2012.
Según reflejó el sitio oficial del certamen, Omara, monarca mundial en Christchurch, Nueva Zelanda 2011, marcó ahora crono de 55,12 segundos, superando a la tunecina Somaya Busaid (56,83) y a la griega Alexandra Dimoglou (56,91).
Con esta actuación, la antillana le regaló la quinta corona a Cuba bajo los cinco aros, similar cosecha a la conseguida hace cuatro años en Beijing, donde nuestros representantes lograron además tres preseas de plata (hasta la fecha exhiben idéntico acumulado) y seis de bronce.
Tampoco hay que ser Nostradamus para adelantar que superaremos con creces la rúbrica conseguida en la tierra de la Gran muralla. Me explico. A la propia Durand aún le resta por intervenir en los 100 metros T13, prueba en la que ostenta el récord mundial, así que todavía aguardan sorpresas.
En tanto, la supersónica Yunidis Castillo es amplia favorita para ganar la modalidad de 100 metros T46 y así continuar sumando metales.
Además, otros miembros del campo y pista en nuestra armada también se perfilan como medallistas.
En otros resultados, este lunes, el nadador cubano Yunerki Ortega terminó octavo en la final de los 100 m estilo pecho S11 (ciegos), con tiempo de 1:22.26 minutos.
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