Quizás casi todos hemos estado concentrados, este lunes, en lo que ocurría en la lucha grecorromana con el cubano Mijaín López (120 kg.). Ya sabemos que ganó brillantemente, como mismo hizo en los de Beijing 2008. Pero ello no debe llevar a que se nos olvide que… ¡se compitió en otras dos divisiones!
En la de 84, en que resultó eliminado el cubano Pablo Shorey (plata y bronce en dos mundiales de este ciclo olímpico), el triunfo correspondió al ruso Alan Khugaev, segunda de oro para su gigantesca nación.
Y lo hizo derrotando en la final a un rival de lujo: el veterano egipcio Karam Mohamed Gaber, monarca en los Juegos Olímpicos de Atenas, Grecia, 2004, por lo que retornó en Londres 2012 a un podio siempre muy relevante.
En la iscusión de los bronces el kazajo Danyal Gajiyev controló al georgiano Vladimer Gegeshidze, y el polaco Damian Janikowski al francés Melonin Noumonvi.
Con dos títulos en par de jornadas, pero sin bronces, renglón en el cual Rusia archiva dos, quedaron los de Irán, gracias a Omid Haji Noroozi, perteneciente a los 60 kilogramos, quien venció al georgiano Revaz Lashkhi en idénticos asaltos de 1-0.
La presencia en el podio, para recibir preseas de bronce, quedó antes resuelta con la victoria del ruso Zaur Kuramagomedov, sobre el azerí Hasan Aliyev, y la del japonés Ryutaro Matsumoto, por pegada al kazajo Almat Kebispayev.
En este peso resultó eliminado el cubano Hanser Meoque, realmente con poca carretera recorrida para un compromiso tan exigente.
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