¡Mijaín López volvió a ganar unos Juegos Olímpicos! Lo hizo en los de Beijing, China 2008. Y lo acaba de hacer en los de Londres 2012, en los cuales también fue el abanderado de la delegación. Se ha ratificado como el mejor del planeta de los últimos años en la división de los 120 kilogramos del estilo grecorromano. Ha sido el colofón del sacrificio y la espera…
Su último contrincante fue el estonio Heiki Nabi.
Pero en realidad ganó los Juegos Olímpicos en el combate anterior, cuando terminó con los sueños trasnochados del turco Riza Kayaalp, quien lo había vencido como local un año atrás en la final del Campeonato Mundial. Desde entonces estuvo entrenando y esperando con impaciencia por esta revancha.
“No me gana más”, dijo entonces para los lectores de Cubahora. “Me descuide, miré hacia abajo”, agregó en aquel momento. No mencionó una molestia en uno de los muslos, la cual arrastraba desde varios combates anteriores.
Fue ahora esa pelea una final adelantada.
Y un tremendo regalo de cumpleaños para el pinareño: el día 20 cumplirá 30 años…
Es la tercera medalla de oro de Cuba en Londres 2012, junto a dos de plata y una de bronce.
UNOS APUNTES SOBRE LA PELEA
Las notas en el expediente de cada uno antes del duelo final eran incomparables. López monarca de Beijing 2008, cuatro de oro y dos de plata en campeonatos mundiales. Nabi solo oro, pero en la división de los 96, en el mundial de 2006. Ha dado una sorpresa al llegar ahora tan lejos. Y debe saber que ya le llegó el momento de perder…
El combate de ahora se desarrolló así:
Empezó el primer asalto…
A los 1:13 minutos advertencia a los dos, por aguantarse las manos.
No se marcaron en el primero.
El estonio abajo.
Mijaín saca a relucir su fuerza, pese a que el rival pese 120 kilogramos, y… logra un desbalance: 2-0.
El pinareño parece muy tranquilo y seguro.
Los medallistas de bronce seguro se encuentran muy atentos: el propio Kayaalp y el sueco Johan Euren.
Comenzó el segundo asalto…
Pedro Val, jefe de entrenadores, tiene una cara en la cual combina alguna preocupación, y a la vez mucha confianza.
No se marcan.
Mijaín a cuatro puntos.
Nabi no consigue marcar.
¡Mijaín López es otra vez campeón olímpico!
Val levanta las manos señalando con los dedos pulgares; se abraza con el entrenador Carlos Ulacia.
A Mijaín le entregan la enseña nacional (y él, valga el recordatorio, fue el abanderado de la delegación).
Puso a Cuba, momentáneamente, en el lugar 14 de la tabla de medallas.
El público lo saluda.
Las cámaras de televisión lo siguen durante varios minutos.
Viene la premiación: la corona se la entrega el cubano Gustavo Rolle, miembro del Buró de la Federación Internacional.
Se escucha entonces el Himno Nacional…
Otra vez es el elegido de los Dioses del Olimpo.
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