Los judocas japoneses tuvieron un buen lunes en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, y según los pronósticos pudo haber sido totalmente redondo, pero en definitiva se llevaron una de oro en el femenino y una de plata en el masculino.
La campeona resultó Kaori Matsumoto, cuya presencia en las últimas fases de las competencias más recientes ha sido habitual, y ahora se impuso en duro combate a la rumana Corina Capriori.
No alcanzaron los cinco minutos reglamentarios para encontrar una ganadora, lo cual obligó a ir a los tres adicionales de la fase de Punto de Oro, en la que la nipona se impuso por descalificación de la dura europea.
En un momento, al final de los cinco minutos, parecía que la asiática iba a recibir a su favor un yuko (en una inmovilización) marcado por uno de los árbitros, pero los otros dos no apreciaron la acción de la misma forma.
Las de bronce correspondieron a la estadounidense Marti Malloy y la francesa Automne Pavia.
Unos minutos después de este desenlace se disputó la final masculina de los 73 kilogramos, en los cuales salía como ligero favorito el japonés Niki Nakaya, campeón mundial de 2011.
Pero el ruso Mansur Isaev, bronce en el de 2009, se plantó bonito en el tatami de la Excel North Arena 2, y casi finalizando los cinco minutos logró un yuko que además de ratificarlo en la elite le otorgó el título permanente de campeón olímpico.
Los acompañaron en el podio, con bronce, el mongol Nyam-Ochiir Sainjargal y el galo Ugo Legrand.
En los 57, como se recuerda, participó la cubana Yurisleidys Lupetey, quien resultó eliminada en su segundo combate, ante la rusa Irina Zabludina, de menos aval, luego de haber debutado con éxito contra la griega Ioulieta Boukavala.
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