¡Qué lástima! El luchador cubano Gustavo Balart (división de los 55 kilogramos) estuvo muy cerca de poder ganar su segundo y muy difícil combate en los XXX Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Pero no pudo con el surcoreano Choy Gyujing, medalla de plata en el Campeonato Mundial de Moscú, Rusia 2010.
Cuando ya iba a comenzar la pelea el árbitro… le pidió al cubano, medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Guadalajara, México 2011, que se quitara unos esparadrapos de los dedos de una de las manos.
Pasó el minuto y 30 segundos sin que ninguno de los dos pudiera hacer un buen agarre, marcar en la pizarra.
A la posición de cuatro puntos…
Balart arriba.
El asiático abre muy bien sus piernas, impidiendo así el volteo.
No pudo marcar el cubano: 0-1 en su contra el primer parcial.
Comienza el segundo tiempo y Balart lo hace de forma impetuosa: logró sacar a su rival del tapiz (1-0). Y un punto más (2-0) al no prosperar una reclamación del entrenador surcoreano, lo cual redondeó el marcador del segundo.
“Mántente pegado”, le gritó a Balart su jefe de entrenadores, Pedro Val.
Es una pelea por incluirse en semifinales.
Comienza el tercero…
Val y Carlos Ulacia, también experimentado entrenador, dan ánimo.
No se marcan en el minuto y 30 segundos.
A cuatro puntos. Balart abajo… Hizo lo difícil: se soltó del agarre. Y entonces, quizás sorprendido, no pudo impedir que le marcaran el definitivo pase atrás (0-1).
Quedó desconsolado tendido en el tapiz.
Val había levantado antes las dos manos disgustado.
El entrenador del surcoreano hizo lo mismo, por su lado, con una lógica alegría tras minutos de alta tensión nerviosa.
Hay que esperar ahora por posible repechage.
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