El trono del ajedrez cubano está ocupado por una sorpresiva reina. Antes de que se moviera la primera pieza en el Museo del deporte, en Holguín, todos esperaban una fuerte lucha entre las Grandes maestras; sin embargo, los tableros mostraron una realidad diferente y la Maestra internacional Lisandra Llaudy, quien ocupaba el noveno puesto del ranking cubano, se convirtió en campeona nacional, al derrotar en el match final a su homóloga, la villaclareña Jennifer Pérez.
La victoria de Llaudy ha sido una de las noticias más llamativas del torneo femenino cubano desde que Pérez ganó el título en 2006. Con 24 años y 2238 puntos de coeficiente ELO nadie consideró a Llaudy entre las favoritas ni siquiera para avanzar a la semifinal. Los organizadores ubicaron a la holguinera en el grupo uno, junto a las Grandes maestras Lisandra Ordaz (2378), Yaniet Marrero (2279, campeona en 2011) y Yanira Vigoa (2267).
Mientras, en el grupo dos, Oleiny Linares (2375) y Sulennis Piña (2315) fueron señaladas como las principales candidatas para luchar por el título, ante la ausencia, por un serio problema personal, de la santiaguera Maritza Arribas, la mujer con un mayor número de coronas nacionales (9), igualada con Asela de Armas.
De seguro nadie imaginó que, después de las nueve rondas de la etapa clasificatoria, ninguna de las siete Grandes maestras que intervenían en el torneo lograra incluirse entre las cuatro finalistas. Por el uno avanzaron Pérez y Llaudy y por el dos clasificaron la Maestra internacional Yerisbel Miranda (2287) y la villaclareña Yuleikis Fleites (2145) quien probablemente haya jugado su mejor torneo de la historia y a su notable aumento del coeficiente (más de 40 unidades) se unió la conquista de su primera norma de Gran maestra.
En la semifinal Llaudy superó por 1,5 a 0,5 a Fleites; mientras Pérez fue mejor que Miranda, aunque tuvo que esforzarse más, porque las dos partidas clásicas concluyeron en tablas y el duelo se definió en los encuentros rápidos, a 25 minutos.
A pesar de la diferencia de puntos ELO (79) entre las dos rivales, el match final lucía muy igualado, ya que ambas Maestras internacionales habían tenido una actuación similar en el certamen.
Llaudy condujo las blancas en la primera partida y aprovechó un error de Pérez, en el medio juego, para obtener una victoria muy importante. Al día siguiente, la villaclareña presionó, ya que solo un triunfo le permitiría mantenerse con posibilidades de reconquistar la corona; sin embargo, sus intentos ofensivos no fructificaron y la división del punto convirtió a Lisandra Llaudy en la nueva reina del ajedrez cubano. De esta manera, la holguinera aseguró un lugar en el equipo que intervendrá en la Olimpiada de Turquía, en el verano.
El certamen fue muy bien aprovechado por varias jugadoras que cumplieron normas para el título superior. Por ejemplo, Pérez, Fleites y Llaudy lograron su primera de Gran maestra y Miranda obtuvo su segunda.
GRANDES MAESTRAS EN DESGRACIA
En 2010 la selección cubana cumplió la mejor actuación de su historia, al concluir en la tercera plaza de la Olimpiada celebrada en Khanty-Mansiysk. Repetir esa posición en Turquía parece difícil y las dudas crecieron después de las pobres actuaciones que tuvieron cuatro de las cinco integrantes del equipo olímpico anterior.
La mayor decepción la vivió Lisandra Ordaz. La pinareña llegó a Holguín con un prometedor ELO de 2378, el más alto alcanzado por una ajedrecista cubana. Era una de las principales favoritas al título y esa condición creció luego de un comienzo impetuoso; pero en las últimas rondas estuvo muy mal y derrota tras derrota vio cómo se le escapaban ¡32 puntos! por lo que, incluso, perdió el liderazgo del ranking nacional.
Otras tres Grandes maestras que no recordarán con agrado el campeonato de 2012 son la tunera Yaniet Marrero, la santiaguera Oleiny Linares y la granmense Sulennis Piña.
Marrero no cumplió con las expectativas, pues aunque no perdió puntos ELO, tampoco pudo incluirse entre las semifinalistas; mientras Oleiny pasó a ocupar el primer lugar del listado cubano por el descenso de Ordaz; sin embargo, ella también cedió unidades (10) y Piña concluyó en el cuarto lugar de su grupo, con una pérdida de 13 puntos.
¿Qué sucedió con las Grandes maestras? ¿Mala preparación? ¿Exceso de confianza? El entrenador principal de la selección femenina, Walter Arencibia, presenció directamente el pobre papel de casi todas sus pupilas y quizás nadie conozca mejor que él las virtudes y debilidades de las integrantes del equipo nacional. Su trabajo promete ser muy intenso en los próximos meses. Con la inclusión de forma automática de Lisandra Llaudy en el quinteto olímpico, como premio por su corona, quedará fuera una Gran maestra que asistió a Khanty-Mansiysk. ¿Cuál cederá el puesto?
ÚLTIMAS CAMPEONAS NACIONALES
2008 GM Maritza Arribas (Santiago de Cuba)
2009 GM Maritza Arribas (Santiago de Cuba)
2010 GM Oleiny Linares (Santiago de Cuba)
2011 GM Yaniet Marrero (Las Tunas)
2012 MI Lisandra Llaudy (Holguín)
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