Ante su público, que nunca dejó de creer ellos, por muy menguadas que estuvieran sus fuerzas, los Alazanes de Granma alzaron el trofeo más preciado del deporte cubano. Son los campeones de la Serie Nacional de Béisbol 61.
Vinieron con el play off 2-3 de Matanzas. Se habían puesto a una derrota de entregar la corona, pero eso nunca estuvo en sus planes. Hablaban con una seguridad temeraria, como si no fueran conscientes de que un juego de pelota lo pierde cualquiera.
Si empatamos, ganamos, me habían dicho varios el lunes antes de comenzar el sexto duelo. Más comedido en las palabras, pero con igual resolución en la mirada, Carlos Martí me confesó: aquí estos muchachos son leones. Casi no pierden en play off...
Ese día la lluvia paró el juego con el marcador en ventaja para la visita, apenas se reanudó el martes lo emparejaron con jit de Osvaldo Abreu, uno de los héroes de Granma en la postemporada. No solo por su producción con el bate, sino por sus jugadas en la esquina caliente y su constante aguijón emocional.
La caballería ganó ese partido de dos jornadas y en todo oriente se escuchaba el mismo grito: la corona se queda aquí. De Matanzas vino una pequeña comitiva, sin conga, pero con mucho ánimo. Tomaron también Bayamo con sus ocurrencias y su amor por este deporte y una Cuba que es, en tiempos de play off, una gran pelota.
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Este miércoles desde la madrugada fueron llegando camiones a la ciudad con aficionados de muchos lugares. A media mañana ya no cabía ni un hilo en el graderío. A la hora del play ball había más gente afuera de la instalación que adentro.
Leandro Martínez, a sus 43 años recién cumplidos, lanzó una joya de picheo. Nadie logró llegar a segunda base e iba cumpliendo su plan: dominar al primer bateador de cada inning.
A la tercera fue la vencida. Después de dos buenas aperturas que terminaron con derrotas para su equipo, Leandro firmó un triunfo que no olvidará nunca. Si he tenido mala suerte en mi carrera, la vida me premió hoy con el juego del campeonato.
Desde el primer inning tomaron ventaja los Alazanes. Luego Guillermo Avilés le puso música a la tarde con un palo de vuelta entera. Se soltaba la caballería. Par de anotaciones más con polémica incluida en una discusión arbitral en el plato que refrendó el replay, pusieron los números definitivos a la blanqueada.
Granma es campeón por cuarta vez en su historia. Como en la series 56 y 57, ha ganado dos títulos seguidos, solo que ahora es ante el mismo rival: Matanzas.
Granma es campeón por cuarta vez en su historia. (Abel Rojas Barallobre/Cubahora)
Carlos Martí, cuando muchos pensaron que iba a colgar la batuta, se ha vuelto el mentor más exitoso del béisbol cubano en la actualidad. ¿Seguirá el año que viene? Ni él lo sabe. Lo voy a pensar con la cabeza fría, pero sea cual sea la decisión no me voy a ir de la pelota.
Este campeonato lo ganamos porque los muchachos se lo creyeron siempre. Tiene un gran valor para mí. Jugamos contra los pronósticos de muchos, poniéndonos por encima de bajas, lesiones...
El público celebra el triunfo de los Alazanes. (Abel Rojas Barallobre/Cubahora)
Ahora vendrán los análisis de la serie. Lo que estuvo bien y lo que no. Y Cubahora también hará su comentario al respecto. Si usted, amigo lector, nos aporta sus criterios los tendremos en cuenta.
Pero ahora solo queda repetir: Felicidades, campeones!!!!
Los Alazanes de Granma celebran el triunfo. (Abel Rojas Barallobre/Cubahora)
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