Por un buen tiempo no va a haber tiempo para un descanso en pelota. Terminó la Serie Nacional, ya se habla de la liga élite, hay varios eventos internacionales en la segunda mitad del año; el 2023 empieza con el retorno de Cuba a la Serie del Caribe y se confirmó esta semana que en marzo tendremos Clásico Mundial.
Por lo pronto, los pequeños Leopardos de Santa Clara están dando buena cara en el torneo del Caribe de las Pequeñas Ligas, con tres victorias seguidas y su pase asegurado a la semifinal del certamen.
Su mira es una sola: el título. Solo así podrán ir, por primera vez, a la en Serie MundialEstados Unidos en el mes de agosto. El sábado se sabrá el resultado final del certamen, y desde la sede, Punta Cana, nos llegan muchos elogios sobre el plantel cubano.
Ese mismo día, en Países Bajos, debutan los Alazanes en la Semana de Béisbol de Haarlem, cita en la que la pretensión es la misma de siempre, el oro, aunque en la última ocasión se maquilló a última hora uno de los fracasos más escandalosos del momento: el conjunto insular perdió los cinco juegos de la fase preliminar.
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Pero vayamos a lo que es noticia de las últimas horas. Habemus Clásico en 2023. Aplazado desde 2021 a causa de la COVID-19, los organizadores hicieron público este jueves los detalles de la próxima edición, que trae, entre sus novedades, la expansión a 20 equipos en la primera ronda.
Cuba puede sentirse feliz, pues la ubicaron en uno de los grupos más accesibles, aunque no es un manjar. De hecho, para los nuestros no queda torneo internacional que lo sea en los últimos tiempos.
Pero no hay dudas de que enfrentarse del 8 al 13 de marzo con Italia, Países Bajos, Taipéi de China (anfitrión de ese grupo) y un quinto elenco que saldrá de los clasificatorios pendientes, da opciones para soñar con un cupo a la segunda instancia.
Los otros lucen mucho más complicados. En Tokio, locales y Corea del Sur son claros favoritos para llevarse las boletas por encima de Australia, China y el quinto, que aún no tiene nombre.
Phoenix verá un espectáculo de alto nivel con las selecciones de Canadá, México, Colombia, que ha ido creciendo en el béisbol, y los vigentes campeones: Estados Unidos, porque el acompañante de ese cuarteto está de antemano sin opciones.
Y qué decir de lo que va a pasar en Miami. Pura apoteosis beisbolera. En esa ciudad estarán Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela, los tres medallistas de ediciones anteriores, además de Israel y un quinto que va a ser una suerte de comida para los leones.
De cada grupo los dos primeros seguirán con vida en la fase de cuartos de final. Con el mundo partido en dos: los que juegan en Asia se concentrarán en Tokio, y los de América se verán las caras en Miami. Esta urbe del sur de Estados Unidos servirá de sede también a las semifinales y el partido por el oro el 21 de marzo.
Para Cuba es un gran reto. Si en el 2017 logró avanzar a duras penas a la segunda instancia, y una vez allí perdió todos sus partidos, ahora cuenta con atletas de más experiencia en ligas extranjeras y de sumarse algunos con fichajes independientes el elenco ganaría en calidad.
La primera fase parece accesible. Pero sobre eso haremos un próximo comentario.
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