Sin apuro, relajada, se dio vuelta sobre la tumbona al escuchar la voz de la periodista. No parecía importarle demasiado que el sol de agosto estuviera en el mismísimo cénit fustigándole la piel.
Eran tres días con dos noches y no podía desaprovechar ni un minuto de aquella reservación en Varadero, cuyo costo resultaba difícil de calcular en ristras de ajo. Pero justamente gracias a esas ventas, ella y su esposo, cooperativista artemiseño, celebraban el décimo aniversario de casados en esa hermosa geografía.
Estos esposos no eran, ni mucho menos, los únicos nacionales que ocupaban habitación en el SolyMar, un Barceló cinco estrellas, cuando BOHEMIA visitó esa y otras instalaciones hoteleras del famoso balneario.
Las intenciones de este equipo, que se desplazó hasta la Playa Azul bajo el tórrido verano, estaban lejos de averiguar sobre celebraciones por un aniversario de boda. Cinco años después de que los cubanos pudieran acceder sin limitación alguna a hoteles de lujo, el objetivo era indagar sobre cuántos, quiénes y cómo son tratados esos huéspedes.
Varadero resultó el terreno para la investigación periodística porque, según el Ministerio de Turismo, ese es hoy el principal destino elegido por los residentes en esta tierra que tienen la posibilidad financiera de elegir dónde vacacionar.
De los 339 mil 470 habitantes de esta Isla que se han hospedado en hoteles como turistas durante los primeros siete meses de este año, cerca de 37.5 por ciento lo hizo en Varadero, y entre los hoteles que allí prefirieron punteaban SolyMar-Arenas Blancas, Bella Costa y Mar del Sur.
En esos, como muestra, quedó centrada esta indagación, que incluyó el diálogo con casi un centenar de turistas nacionales, con algunos extranjeros, trabajadores y directivos de las cuatro instalaciones, así como con guías de turismo, turoperadores, y funcionarios del Mintur.
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.