//

domingo, 6 de octubre de 2024

Querer…y poder

De las aspiraciones de Trumb, y del contexto que le cerca...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 01/04/2017
0 comentarios
Donald Trump
Trump ha empezado a intentar dar cuerpo al programa con el que enamoró a buena parte de la opinión pública norteamericana.

Si algo debería estar muy presente por estos días en la mente del presidente norteamericano, Donald Trump, es que, ciertamente, el titulado “líder del mundo libre” puede tener muchas prerrogativas, pero no todas.

Y la realidad ha empezado a morder al nuevo ocupante de la Casa Blanca, a partir del escenario real y las decisiones que ha pretendido poner en marcha luego de ocupar la Oficina Oval.

El asunto es que, evidentemente, el presidente de la primera potencia capitalista no es un ente omnímodo ni puede intentar salirse del guion histórico vigente, en el cual la titulada separación de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial), manejada desde siempre por los verdaderos grupos de poder, funciona como una cuña a cuanto no simpatice o convenga a tan selecto y encumbrado grupo.

Y si los “padres fundadores” pensaron estas estructuras para atajar excesos y caudillismos, lo cierto es que muy tempranamente devino en un espacio que, bajo sus formales enunciaciones, no pudo evitar grandes lunares para el  tráfico de influencias, la compra y trueque de voluntades, y las imposiciones por métodos nada limpios.

El mismo Trump recordaba en su campaña electoral (a manera de crítica contra un sistema que dice repudiar) que como multimillonario de éxito no pocas veces “pagó” decisiones políticas favorables a sus intereses particulares, y hasta el gobierno de Abraham Lincoln (según afirman historiadores) debió sobornar congresistas para dar cuerpo legal a sus proclamas contra las prácticas esclavistas y afianzar el apoyo negro a las fuerzas del Norte en su combate contra los secesionistas sureños.

Por otro lado, es un hecho tangible que los obstáculos se multiplican cuando en la compleja conducción de un país se resta espacio al ejercicio político para asumir rasgos de dirección empresarial.

De manera que en todo este controvertido entramado, donde además actúan influyentes sectores opuestos a rajatabla a la nueva administración, era natural que las decisiones del jefe de Estado chocaran con importantes escollos y hasta pasaran a mejor vida.

No se puede olvidar que en esta lid Trump tiene al frente a los vencidos y resentidos demócratas, a no poca y  poderosa prensa, a sectores de la llamada “comunidad de inteligencia”, y a políticos republicanos que lo consideran, o demasiado extremista, o muy retraído en algunas de sus decisiones, según el tinte más moderado o más conservador que suscriban.

En consecuencia, las torceduras objetivas ya son unas cuantas, desde los severos obstáculos legales a su intención de prohibir el acceso a los Estados Unidos de determinados ciudadanos musulmanes, hasta el haber tenido que retirar del Congreso su programa destinado a desmontar  el llamado Obamacare (las disposiciones de salud pública de su antecesor), pasando por el embrollo investigativo que pretende determinar si figuras de su equipo electoral, y él mismo, estuvieron vinculados a Moscú para desacreditar, mediante provocadas fugas mediáticas, a su oponente demócrata Hillary Clinton.

Todo un amasijo que, con las reservas que merecen últimamente las encuestas en torno a temas políticos, colocan hoy la aprobación popular de Trump en apenas 36 por ciento, dos puntos por debajo de la más escuálida lograda por su predecesor Barack Obama en sus ocho años de mandato.

Desde luego, quedaría todavía mucha tela que cortar en este asunto, toda vez que apenas Trump ha empezado a intentar dar cuerpo al programa con el que enamoró a buena parte de la opinión pública norteamericana.

No obstante, y como los caminos no solo se imaginan, sino que hay que hacerlos, habrá que ver qué piedras y huracos restan al presidente a cuenta de otros, o derivados de sus propio devenir al frente del ejecutivo. 


Compartir

Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


Deja tu comentario

Condición de protección de datos