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jueves, 10 de octubre de 2024

La “revuelta” de los Lores

El Parlamento británico se enfrenta al primer ministro en la disputa por el Brexit...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 05/09/2019
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Boris Johson
Los sectores opositores dentro del Parlamento recordaron al jefe de gobierno que el referendo nacional que aprobó la ejecución del Brexit insiste en una separación negociada

Lo que algunos ya llaman “la enfermiza obsesión de Boris Johnson” de aplicar el Brexit sin acuerdo con la UE (duro) para el cercano 31 de octubre, huele a bomba de tiempo en su contra luego que este martes los parlamentarios decidieran por mayoría un mecanismo que incluye una posible prórroga en la instrumentación de tan discutida decisión.

 En efecto, en una  sesión que medios de prensa definen como “jornada enloquecida, caótica y sin sentido en la política británica”, el legislativo decidió por 328 votos contra 301, debatir “mediante procedimiento de urgencia”, una legislación que fuerce a Johnson a solicitar una prórroga del Brexit si no se alcanza un pacto antes del 31 de octubre con los socios del Viejo Continente.

 En los debates no pocos correligionarios políticos del primer ministro no solo dieron la espalda a su idea de imponer la salida de la Unión Europea de manera abrupta, sino que además hicieron abierta referencia a los “métodos dictatoriales” con los cuales el premier y sus principales asesores intentan llevar a cabo sus funciones.

 De hecho, y en un claro intento por evitar la hoy clara oposición parlamentaria, Boris Johnson había solicitado horas antes la suspensión de las actividades legislativas a partir de este septiembre y hasta el 14 de octubre, de manera de poder llevar a efecto el Brexit duro sin mayores contratiempos.

 Vale indicar que dicha demanda recibió la aprobación de la reina Isabel II, pero con todo Westminster no dudó en propinar el golpe de este martes contra los planes del ejecutivo.

 Los sectores opositores dentro del Parlamento recordaron al jefe de gobierno que el referendo nacional que aprobó la ejecución del Brexit insiste en una separación negociada, y por tanto es indispensable trabajar en ese sentido hasta lograr su concreción en tales términos, incluso mediante una renovada espera  hasta el próximo año si fuese necesario.

 Las mismas fuentes subrayaron que “el Reino Unido no está en guerra con la UE, por tanto el gobierno de Johnson “no tiene mandato, ni moral, ni ahora mayoría para hacer lo que le venga en ganas.”

 Por su parte el titulado “Trump británico” (por su físico y actuaciones cercanos a los del presidente norteamericano), amenazó con promover elecciones en breve ante lo que consideró “un voto de censura” del legislativo, aun cuando su cargo le impide ejecutar esa convocatoria, y lograrlo implicaría obtener la aprobación de dos tercios de los 650 integrantes de la Cámara de los Comunes, una meta sin dudas fuerte toda vez que, hoy por hoy, su figura parece acumular grandes cuotas de desaprobación parlamentaria.

 Mientras, los partidarios de agotar todas las discusiones para lograr un Brexit consensuado consideran que la variante gubernamental de separación sin acuerdo implica “que el Reino Unido deje la UE el 31 de octubre sin ninguna definición de cómo será ese proceso de divorcio".

 “Es decir –indican analistas- que todo sucedería de un día para otro, y los británicos dejarían abruptamente el Mercado Común Europeo y la Unión Aduanera, algo que causará inseguridad y serios perjuicios económicos” entre otros entuertos y calamidades.

 De manera que en cierta medida, lo que ha ocurrido estas últimas horas en Londres encaja en los juicios que sobre el tema emitió días atrás el presidente francés, Emannuel Macron, cuando luego de un encuentro en París con Boris Johnson afirmó que la forma de aplicar el Brexit ya no era un problema de la UE, sino un dilema en manos de los poderes políticos británicos…los cuales –acotamos nosotros-parecerían ahora más apegados a esa percepción. 


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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