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miércoles, 2 de octubre de 2024

Hegemonismo a pulso

Biden vuelve a la carga contra China...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 05/06/2021
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Empresa Huawei-China
Biden arrecia el pretendido cerco contra el avance tecnológico chino, un verdadero dolor de cabeza para el hegemonismo oficial norteamericano.

Sea cual sea su envoltorio, papel cartucho o celofán de colorines, la basura no dejará de ser basura.

Y, sin dudas, esa es la proyección histórica de la política internacional estadounidense, más allá de partidos políticos, personajes, figuras, modos, enunciados y afeites. La prepotencia, el egoísmo, la sinrazón y los propósitos hegemónicos no mutan en nada ni en nadie.

Así, desde su llegada a la Casa Blanca, la nueva administración demócrata, que aparentaba un seguro flotador para los Estados Unidos luego de la marea trumpista, apenas ha cambiado algunas de las políticas más tozudas y broncas de su antecesor republicano, aún a riesgo de tropezar abiertamente con la misma piedra ante los atónitos ojos de muchos de sus votantes.

Es el caso de China, a la cual Joe Biden se ha encargado de seguir demonizando desde su primer día de ejercicio en la Oficina Oval y con la que pretende una suerte de “duelo tipo Oeste” destinado a intentar desbancarla como un formidable oponente que en fecha cercana podría ocupar definitivamente el cetro económico global destronando a la “América primero” de Donald Trump y a la “América patrona mundial” de su sucesor.

Así, y luego de haber promovido en los últimos días una suerte de coalición con sus socios otanistas para presionar y sancionar a Beijing por pretendidas violaciones de los derechos humanos, el nuevo inquilino de la Casa Blanca acaba de firmar una carta ejecutiva que prohíbe inversiones norteamericanas en al menos una decena de consorcios tecnológicos chinos, incluido el gigante de las comunicaciones Huawei, al que Washington acosa desde tiempo atrás por sus sonados y exclusivos avances en material de enlaces digitales de punta. Se suman además a los afectados los consorcios China Mobile, China Unicom y China Telecom.

El pretexto es que esas empresas tienen contactos con el sector militar del gigante asiático.

Los medios de prensa internacionales escriben que “el decreto de Biden amplía el alcance de otra orden ejecutiva que firmó el pasado noviembre el expresidente Trump y que vetaba las inversiones del país en una treintena de compañías chinas por supuestamente respaldar los esfuerzos de los aparatos de inteligencia, militares y de seguridad de Beijing”.

En todo caso, explican analistas, el citado disfraz no esconde la estrecha ligazón con la actuación trumpista, que produjo una verdadera e inútil guerra arancelaria con China, cuyos apartados básicamente aún están vigentes.

Por su parte, Beijing no ha tardado en responder. Así, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores del país asiático, Wang Wenbin, manifestó la “firme oposición” de China a las disposiciones de Washington, porque dañan, “no solo los derechos legítimos e intereses de las compañías chinas, sino de los inversores globales, incluidos los estadounidenses”.

El nuevo bloqueo de Biden a empresas chinas —subrayó el funcionario— da largo a una orden anterior de Trump, y “no hará más que levantar una piedra que caerá sobre sus propios pies”.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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