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martes, 8 de octubre de 2024

El vengador de Washington D.C.

Al menos tres “indeseables” han sido removidos por Trump a horas de concluido el impeachment...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 11/02/2020
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Teniente coronel-Alexander Vindman
El teniente coronel Alexander Vindman es uno de los que acaba de comprobar lo que cuesta la falta de “lealtad” al gran padrino de la Oficina Oval.

¡Cabezas rodando! He ahí la inmediata respuesta del presidente de los norteamericanos a aquellas figuras cercanas a la Oficina Oval que, creyendo tal vez en la seriedad de la justicia parlamentaria local, expusieron cuanto conocían del chantaje del mandatario a su par ucraniano para que iniciara una investigación que perjudicase a Joe Biden, uno de los aspirantes a la candidatura demócrata para las elecciones generales de este noviembre.

En efecto, a menos de cuarenta y ocho horas de que la mayoría republicana en el Congreso utilizara su peso numérico para obviar la presentación de testigos contra Trump en el impeachment en su contra y diera por absuelto al magnate inmobiliario devenido jefe del gobierno, la mano vengadora de un personaje que no admite “infidelidades” ni criterios opuestos sacó de sus cargos al teniente coronel Alexander Vindman, integrante del Consejo de Seguridad Nacional y testigo clave en el juicio político; a su hermano gemelo, el también teniente coronel Yevgeny Vindman, adscrito a la plantilla de la Casa Blanca, y a Gordon Sondland, embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea.

Según versiones textuales de prensa, Alexander Vindman, que por voluntad del presidente fue sacado de sus oficinas y escoltado hasta la mismísima verja de la Casa Blanca, volcó su testimonio en privado y luego en público ante dos comités de la Cámara de Representantes que investigaron la trama Ucrania, y resultó “especialmente importante porque se trató de uno de los pocos que lograron obtener los demócratas que aportara información de primera mano sobre los hechos que se juzgaban”.

Las mismas fuentes precisaron que el alto oficial “escuchó en directo la conversación telefónica entre el presidente estadounidense y su homólogo ucranio el 25 de julio pasado, en la que Trump le pedía anunciar investigaciones contra sus rivales políticos”, algo que Vindman reconoció ante los congresistas como un paso “totalmente inapropiado”.

Mientras, el despido de Yevgeny, su gemelo, se asocia con el deseo de Trump de alejar de la Oficina Oval a potenciales resentidos…, algo así como “por si las moscas”.

Por su parte, la democión del embajador Sondland resulta el “castigo” diseñado contra quien se convirtió en otro testigo clave “cuando modificó su declaración presentada por carta en octubre a tres comités de investigación de la Cámara de Representantes”. En la rectificación, dicen los reportes, el diplomático confirmó “haberle comunicado a un alto cargo ucranio que su país no obtendría la ayuda económica militar pactada con Washington si no se investigaba la actividad de Hunter Biden, hijo del ex vicepresidente Joe Biden”.

Sondland también aseguró que “trabajó estrechamente con el abogado personal del presidente estadounidense, Rudy Giuliani,” quien pidió que Ucrania hiciese pública una declaración anunciando indagaciones comprometedoras para el Comité Nacional Demócrata.

Mientras, rotativos norteamericanos como el The Washington Post, precisaron que la Casa Blanca estudia actualmente el traslado de otros oficiales que pudieran haber estado implicados en el suministro de evidencias a los legisladores que solicitaron el fallido juicio político contra Donald Trump.

No obstante, y a pesar de los pesares, fuentes políticas estadounidenses afirman categóricamente que el cierre del impeachment no implicará que el escándalo de Ucrania se convierta en un caso cerrado ni mucho menos. Por el contrario, el hecho de que los republicanos no permitieran testigos en el juicio legislativo ni admitieran nuevas evidencias y documentos probatorios no repara la deteriorada credibilidad en torno a la figura de Trump, ni evita que en lo adelante sigan saliendo a flote declaraciones, versiones y búsquedas de la verdades relativas al caso.

Así, según Adam Schiff, presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, “van a emerger más cosas todos los días”.

De hecho, y mientras el presidente da impulso a su campaña para la reelección, intentando obviar los cargos que pusieron en riesgo su desempeño, los expertos consideran que “solo es cuestión de tiempo para que podamos ver otros detalles, documentos o testigos, incluidas las revelaciones del libro escrito por John Bolton, el taimado ex asesor de seguridad nacional del presidente”.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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