//

domingo, 6 de octubre de 2024

Crisis por la reelección en Paraguay

La población paraguaya rechaza el cambio de la Carta Magna...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 09/04/2017
0 comentarios
Horacio Cartes
Grupos de centenares de paraguayos están indignados ante la maniobra del presidente Horacio Cartes, del PC, para postularse de nuevo el próximo año.

La fragilidad de las instituciones paraguayas y las protestas populares ante la posibilidad de la reelección presidencial por medio de una enmienda constitucional marcan la crisis política de esa pequeña nación suramericana, que recuerda con nitidez los 34 años de la dictadura de Alfredo Stroessner.

Este general fue “reelecto” como presidente seis veces seguidas desde que tomó el poder en mayo de 1954, y gobernó bajo estado de sitio, con el apoyo de los militares y el Partido Colorado (PC). Bajo su égida fueron limitadas las libertades públicas y los opositores al régimen fueron asesinados u obligados al exilio bajo el estandarte de la seguridad nacional y el anticomunismo.

Grupos de centenares de paraguayos indignados ante la maniobra del presidente del PC, Horacio Cartes, para postularse de nuevo el próximo año, hartos de la politiquería, tanto del gobierno como de la oposición de derecha, salieron a las calles a protestar por la violación de los estatutos constitucionales e incendiaron una parte del Congreso Nacional.

Lo realmente importante para las masas paraguayas no es en sí mismo el tema de la reelección, sino de quiénes pueden aspirar a continuar en el cargo ahora y en el futuro o volver a presentarse en los comicios, sin haber mostrado una gestión honesta.

Los aplausos de la multitud ante un Congreso Nacional en llamas, imagen manipulada por la media conservadora, no es más que el símbolo de que la población de Paraguay, en especial los jóvenes, desean un cambio político en ese país, alineado en la llamada Tríada del Mal contra el gobierno democrático de Venezuela y uno de los títeres de turno de Estados Unidos.

El saldo de la protesta pública fue de una persona muerta por disparos, un número no definido de heridos y 211 detenidos. Entre los heridos se encuentra el presidente del derechista Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y también precandidato presidencial, Efraín Alegre, opuesto por su conveniencia personal a la enmienda; y el diputado del mismo partido Edgar Acosta. Poco después, fuerzas policiales irrumpieron en la sede del PLRA e hirieron de muerte a otro de sus dirigentes, Rodrigo Quintana, lo que agravó aún más la tensión política y la violencia desatada en el país.

Observadores entienden las razones que posee la población para tratar de evitar la enmienda constitucional, y la nueva postulación de Cartes, a quien medios políticos opositores consideran un representante de la oligarquía agraria, sin que en su administración aparezcan signos de protección o mejoramiento de la vida de las capas más urgidas de ayuda estatal.

La constitución sancionada en 1992 eliminó la reelección indefinida que estaba prevista en la anterior Carta Magna, vigente durante la dictadura de Stroessner (1954-1988). El Artículo 229 del texto constitucional prohíbe expresamente la figura de la reelección del presidente y del vice: “El Presidente de la República y el Vicepresidente durarán cinco años improrrogables en el ejercicio de sus funciones, a contar desde el quince de agosto siguiente a las elecciones. No podrán ser reelectos en ningún caso (…)”.

Medios de prensa paraguayos reflejan que un 77 % de la población se pronunció contraria a cualquier enmienda que permita a un mandatario postularse para un nuevo período, aunque este no sea consecutivo.

Para repetir en ese cargo hay dos posibilidades: una reforma constitucional mediante la Asamblea Nacional Constituyente —con elecciones nacionales— que puede modificar el cuerpo legal del Estado. La otra es la Enmienda Constitucional, una solución para cambiar algunos aspectos específicos de la Carta Magna. Sin embargo, hay división en el ámbito jurídico y político entre quienes consideran válido o no este camino para la permisibilidad de una reelección presidencial.

Hace un año, el Senado rechazó el proyecto de enmienda constitucional para modificar el articulado, pero el pasado mes, de nuevo Cartes solicitó al Congreso Nacional una revisión de la Carta Magna para que se hicieran, a ese nivel, los ajustes correspondientes.

Luego del fracaso del intento de agosto de 2016, y de acuerdo con la legislación vigente, el tema de la reelección no podría ser tocado en el lapso de un año, demasiado tarde para presentarse a la reelección, pues ya las candidaturas estarían en curso.

A pesar del repudio senatorial de entonces, la última semana de marzo pasado, los legisladores del PC modificaron el reglamento de ese órgano y pasaron la iniciativa al Senado para su aprobación ya concretada.

Tanto el mandatario como quienes lo apoyan —pues los partidos más importantes están divididos en el punto— supuestamente pensaron que el asunto saldría adelante sin mayores tropiezos, pero olvidaron la resistencia de la población ante la maniobra política.

Observadores indican como un dato político significativo que el expresidente progresista Fernando Lugo aparezca como aliado de la propuesta oficialista. La explicación posible es que si ganase la enmienda orientada por el gobierno, explican esas fuentes, Lugo, ahora proscripto, tendría el chance de volverse a postular con amplias posibilidades de retornar a la casa de gobierno.

Hay que recordar que en 2008 el Frente Guasú y su progresista candidato ganaron las elecciones, y por primera vez se rompió una tradición de 60 años de gobiernos colorados. El mandatario fue destituido por un golpe parlamentario, con apoyo militar, en 2012, solo por intentar una mejoría en la calidad de vida de los más humildes e integrarse a la corriente revolucionaria en América Latina.

En la actualidad, un millón y medio de ciudadanos está en situación de pobreza, lo que representa el 22,24 % de la población total, aunque es el cuarto exportador mundial de soja y sexto de carne. Esta situación solo es explicable por la pésima distribución de la riqueza, ya que ese país, donde se habla oficialmente guaraní y español, produce alimentos para 60 millones de personas, en tanto sus propios habitantes sufren hambre. Paraguay es también uno de los cuatro fundadores del Mercado Común del Sur, junto a Brasil, Argentina y Uruguay.

Por su parte, la Organización No Gubernamental Oxfam asegura que Paraguay es uno de los países del mundo con mayor concentración de la propiedad de las tierras. Menos del 3 % de la población, afirma, es dueña de cerca del 85 % de la tierra.

¿POR DÓNDE ANDA LA CRISIS?

Analistas políticos consideran que aunque la enmienda fue aprobada y a pesar de los arrumacos conciliatorios del presidente mediante un diálogo nacional, todavía el conflicto está en auge.

La situación se salió de control cuando el pasado día 28 un grupo de 25 senadores —de 45 escaños—, integrado por miembros de la fracción del PC encabezada por Cartes (de los llamados “lugistas” y los vinculados al dirigente Blas Llano dentro del PLRA) conformaran de facto un “Senado paralelo” que sesionó violando los estamentos del Congreso para aprobar la modificación de la Cámara y dejar el camino expedito en favor de su objetivo reeleccionista.

Esa sesión irregular usurpó la presidencia de la Cámara Alta a Roberto Acevedo, y en su lugar se autoproclamó titular el vicepresidente segundo Julio César Velázquez, con lo que violó el artículo 37 de esa instancia.

Tres días más tarde, los 25 senadores volvieron a reunirse y aprobaron, aun con la negativa del resto de sus pares, el proyecto de enmienda constitucional para habilitar la reelección presidencial.

No obstante el repudio popular y de una parte de los partidos políticos de derecha y progresistas a los manejos proelección, los legisladores que violaron los estatutos internos fueron defendidos por el gobierno y se presentaron ante el Tribunal Supremo de Justicia para responder a la acción de inconstitucionalidad presentada por los 19 colegas opuestos a la enmienda y la violación de la Carta Magna.

Cartes ha tratado de remediar la crisis con la convocatoria a una mesa de diálogo con las distintas fuerzas políticas del país, pero hasta ahora se retiraron o no asistieron los principales actores, como el destituido Roberto Acevedo, y el presidente del PLRA, Efraín Alegre, quien también movilizó en las calles a sus huestes conservadoras para supuestamente defender la Constitución, cuando lo que quiere es evitar que Lugo vuelva a la batalla electoral.

Una encuesta realizada por la firma CIES para los medios de comunicación Última Hora, Telefuturo y Radio Monumental indica que, si prosperara la reelección de manera definitiva, el exobispo encabeza las preferencias con el 52,6 % de respaldo popular, seguido por Cartes con 11,9 %.

Este capítulo no está cerrado y puede tornarse aún más peligroso. Si el oficialismo se asegura en la reelección, el conflicto político e institucional se mantendrá en Paraguay. Los opositores al gobierno, en especial las organizaciones juveniles y el incipiente Congreso Democrático del Pueblo, convocaron a nuevas protestas la semana que comienza, en los 17 departamentos de ese país, situado en el centro de América del Sur.

 


Compartir

Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


Deja tu comentario

Condición de protección de datos