Por: Daniel E. Burgos y Fabio R Castillo
Nunca faltan, en las películas de ciencia ficción, toda clase de artilugios tecnológicos que contextualizan la obra en un futuro ultradesarrollado. La lista de gadgets varía entre sagas, pero, si algo es común a todas, se trata del héroe con las gafas mágicas. Sean de visión nocturna, de rayos X, de espectro térmico o de realidad aumentada, ahí están.
Una vez más la línea entre la ficción y la realidad se difumina con el avance de la humanidad en materia de tecnología. Inconformes con nuestra visión del mundo, resultó difícil no llevarla al plano digital. Nacieron así tres variantes de un fenómeno con raíz común: realidad virtual, realidad aumentada y realidad mixta. Todas convergiendo hacia el uso de gafas inteligentes, o smart glasses, por su nombre en inglés.
Los términos no son precisamente nuevos, aunque tienden a confundirse unos con otros. La realidad virtual busca aislar al usuario del entorno físico para sumergirlo en una experiencia sensorial dentro de un mundo enteramente digital; para ello se sirve de la vista y el oído principalmente y con la ayuda de gafas y auriculares, a lo Ready Player One o Sword Art Online.
La realidad aumentada, en cambio, lleva lo digital el mundo físico, mediando solo la percepción del usuario. Sea a través de gafas como las Google Glasses o desde un teléfono móvil, como lo hizo el videojuego Pokémon Go, que tuvo a miles de jugadores cazando pokemones en las calles con la cámara del celular.
Tal vez el menos famoso de los hermanos, la realidad mixta, que «es una mezcla de universos físicos y digitales, que permite interacciones 3D naturales e intuitivas entre personas, equipos y el entorno», de acuerdo con la explicación que brinda Microsoft, uno de los impulsores de esta tecnología.
Concretamente, se trata de llevar el mundo real al digital, mediante escaneos y recreaciones generadas por computadora, para luego añadir la información extra. Una síntesis del mundo físico pero en realidad virtual, dentro la cual coexisten los beneficios de la misma con los de la realidad aumentada es una forma comprender mejor la idea.
En Google fueron pioneros con respecto a los espejuelos tecnológicos. Tan temprano como en 2011, lanzaron un prototipo de gafas inteligentes dirigidas, fundamentalmente, al sector empresarial y de asistencia. Aunque no tuvo gran aceptación, el proyecto sentó las bases para el desarrollo de las smart glasses en la actualidad.
Ray-Ban, una reconocida marca de gafas, ha colaborado con Facebook para crear las "Ray-Ban Stories". Estas gafas inteligentes cuentan con una cámara integrada, altavoces y micrófonos, lo que permite a los usuarios capturar fotos y videos como principal característica. Las Ray-Ban Stories, además, se conectan a través de una aplicación móvil y permiten compartir las instantáneas en las redes sociales en tiempo real.
Con el auge de las inteligencias artificiales, y gracias a las investigaciones de OpenAI, la adaptación de esta tecnología al formato espejuelo no podía sino ser esperada. De ahí que cuatro estudiantes de la Universidad de Standford crearan las RizzGPT. Unas gafas que usan GPT-4, Whisper (una herramienta de detección de habla desarrolla por OpenAI) y un monóculo provisto con cámara, micrófono y display de alta resolución para generar respuestas útiles en una conversación.
El propósito era ayudar en situaciones de interacción social como entrevistas de trabajos o citas a ciegas, según publicó Bryan Hau-Ping Chiang, uno de los desarrolladores, en su perfil de Twitter. Aunque, como se puede apreciar en el vídeo que acompaña al tuit, la interacción con la IA es poco natural, se prevé perfeccionar el proyecto en el futuro.
Por su parte, Apple la empresa de la manzana mordida viene cocinando hace un tiempo el lanzamiento de su propia tecnología de realidad aumentada y sus gafas inteligentes, ambos proyectos por separado. En el caso de las gafas; hace poco, en un artículo de Bloomberg (https://www.bloomberg.com/news/articles/2023-01-18/apple-postpones-ar-glasses-plans-cheaper-mixed-reality-headset), se filtraron varias especificidades de las smart glasses.
Mark Gurman, autor del artículo, afirma que «la idea de Apple es la de poder acceder a su sistema operativo en 3D, de la forma más inmersiva posible. Este entorno incluirá apps como Safari, Fotos, correo, mensajes, así como servicios como Apple TV+, y soluciones de terceros. Además, podrá usarse como monitor externo para la computadora».
Un dato curioso, En el caso de que usemos lentes graduados, será posible personalizar la pantalla-visor de las gafas para adaptarlas a nuestra vista. En definitiva, un producto que «nacerá para ser central en el ecosistema de Apple, y con interacción con el resto de servicios».
Aunque las smart glasses se encuentran, apenas, en sus primeros momentos, no cabe duda de que se volverán un implemento que influirá en nuestras interacciones con el medio. En cualquier caso, novedad tecnológica tras novedad tecnológica, nos vamos acercando al futuro que siempre se imaginó en la ciencia ficción. Nosotros, en nuestra insaciable curiosidad, nos preguntamos. ¿Qué será lo siguiente?
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