La obesidad constituye un problema de salud a nivel mundial. De acuerdo con el informe presentado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en América Latina y el Caribe, 43,3 millones de personas sufren hambre. Sin embargo, a pesar de que esta cifra representa el 6,5 % de la población global, la región registra niveles de sobrepeso mayores a la estimación mundial.
Silvia María Marín Juliá, especialista en Pediatría y experta en Nutrición Clínica del Instituto de Endocrinología, expresó que precisamente en este territorio es donde se presentan mayores evidencias de la doble carga de malnutrición generada por la inseguridad alimentaria y nutricional.
“Por un lado, aparece una región con un acceso irregular a alimentos inocuos, nutritivos y suficientes y que se expresa básicamente en una población infantil menor de 5 años con retraso del crecimiento o diferentes formas de desnutrición. Y por otro, un número creciente de personas, incluidos los niños, con exceso de peso”, continuó diciendo la doctora.
Los índices reportados en Cuba son menores a los reportados en la región de América Latina y el Caribe; sin embargo, en comparación con las cifras nacionales de años anteriores, el número de personas con sobrepeso ha aumentado considerablemente y, como consecuencia de esto, también se han incrementado los decesos por enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares.
- Consulte además: “Obesidad, un problema de salud mundial”
En la IV Convención de Salud Cuba Salud 2022, se expusieron los resultados de un estudio observacional realizado para describir el estado actual del sobrepeso y la obesidad en Cuba. Las cifras develaron que, de una muestra de 15 895 individuos de diferentes sexos, grupos etarios, zonas y regiones, el 56,1 % padecía esta malnutrición; cantidad superior a la reportada en estudios anteriores.
El informe presentado por la ONU también exponía que América Latina y el Caribe registra el precio más alto de una dieta saludable en todo el mundo, con un costo promedio de 3,66 dólares diarios por persona. Este factor influye directamente en los índices de sobrepeso detectados en la región.
Hoy en día el mejor tratamiento para la obesidad es cambiar nuestra alimentación para hacerla más balanceada. A pesar de que la crisis alimentaria ha elevado el precio promedio de los alimentos nutritivos, mantener una dieta saludable es esencial tanto para combatir como para prevenir el sobrepeso.
“Es responsabilidad de políticas públicas, de recursos humanos y de capacidades profesionales el poder incidir cada vez más en que la población prefiera determinados elementos a otros. De esa manera podemos ir modificando algunos errores de las personas a la hora de consumir de alimentos muy distantes de ser saludables”, concluyó Marín Juliá.
La atención primaria de salud cubana brinda un servicio de consejería nutricional donde participan licenciados en nutrición y dietética. Además, existen programas para contrarrestar los malos hábitos alimenticios, cuya principal finalidad es elevar la cultura alimentaria de la población.
Es importante tomar conciencia de lo dañino que resultan los hábitos dietéticos inadecuados a la salud humana. La obesidad es un mal prevenible si, desde edades tempranas, se enseñan buenos hábitos alimenticios; queda en las manos de cada persona evitar la presencia de este tipo de malnutrición.
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