La reducción de las emisiones debidas a la deforestación y la degradación de los bosques, la gestión sostenible de los mismos, la conservación y mejora de las reservas de carbono en estos ecosistemas, constituyen una parte fundamental de los esfuerzos globales por mitigar el cambio climático.
REDD+ es un mecanismo internacional creado por la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático con el propósito de mitigar los efectos de ese fenómeno, a través de acciones que fortalezcan la gobernanza forestal
En ese contexto, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con financiamiento del Fondo Verde para el Clima, está apoyando a Cuba para su incorporación a la iniciativa, con el objetivo de contribuir a la mitigación del cambio climático e impulsar la seguridad alimentaria en correspondencia con la Contribución Nacional Determinada.
Durante dos días, sesionó en La Habana un taller de inicio al proceso de preparación del país para acceder a este mecanismo, que contó con la participación de diversas instituciones nacionales.
En Cuba la coordinación de esta etapa preparatoria estará a cargo de la Dirección del Servicio Estatal Forestal del Ministerio de la Agricultura y la FAO.
"Se trata de un proyecto con financiamiento del Fondo Verde para el Clima, que prepara a Cuba para crear los marcos legales necesarios que le permitan acceder al pago por resultados derivados del fomento de sus bosques y las acciones para evitar la degradación y deforestación de estos", explicó Jorge Chamero, Asistente de Operaciones de la Oficina de la FAO en Cuba.
El taller de inicio contó con la participación del Representante de la FAO en la isla, Marcelo Resende, quien destacó que esta iniciativa está alineada con las prioridades del país para hacer frente al cambio climático y garantizar la seguridad alimentaria.
Entre las acciones que se llevarán a cabo en la fase de preparación para la implementación de REDD+ en Cuba se encuentran el desarrollo de un Sistema Nacional de Monitoreo Forestal sólido, la interpretación de salvaguardas y directrices nacionales, la definición de niveles de referencia de emisiones forestales, y la adopción de un Plan de Acción Climática para el sector forestal que incluya perspectivas de género.
Actualmente ocho países, siete de ellos en América Latina, han recibido fondos de pago por resultados por su gestión integral de bosques.
Maricarmen Ruiz, coordinadora del equipo REDD+ para Latinoamérica, explicó que las lecciones aprendidas por esos países se pueden utilizar en el caso de Cuba, para hacer más eficiente la preparación de la isla para poder recibir fondos en el sector forestal reduciendo sus emisiones.
Los compromisos de los países para mitigar y adaptarse al cambio climático son una parte integrante de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
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