Campaña que nos protege

¿Cuántos miles de vidas (y de secuelas) han sido salvadas en estos 51 años como resultado de las masivas campañas de vacunación que abarcan prácticamente al ciento por ciento de la población?

Más que cifras, difíciles de estimar, podríamos consignar una verdad a nuestro juicio inobjetable: estos sistemáticos e incluyentes programas de inmunización son el fruto de una sociedad que ha luchado y lucha por una verdadera justicia social entre sus ciudadanos.

Especial significación tiene para la población cubana arribar a la 51 Campaña Nacional de Vacunación Antipoliomielítica en el país —la primera abarcó a 2 millones 216 022 menores de 15 años, equivalente al 30  por ciento de la población total del país en ese entonces—, cuyos resultados no se hicieron esperar: tres meses después de finalizada la campaña, en mayo de 1962, fue reportado en Cuba el último caso de poliomielitis.

Esto evidencia el interés gubernamental y del Ministerio de Salud Pública por, a través de esa vía eficaz, erradicar esa enfermedad contagiosa que afecta principalmente al sistema nervioso, y cuyas manifestaciones principales son inflamación en las neuronas motoras de la médula ósea, y del cerebro, provocando de forma permanente atrofia muscular y parálisis.

Meses después, se creó el Programa Nacional de Vacunación, que incluyó en una primera etapa otras tres enfermedades: difteria, tétanos y tosferina, y las formas graves de la tuberculosis, hasta alcanzar 11 vacunas que protegen contra 13 enfermedades.

Por ello Fidel, en su discurso inaugural del Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas Victoria de Girón, en La Habana, en 1962, al argumentar cómo arremetía la Revolución contra las enfermedades, afirmó: "Previniendo por medio de la vacunación esos tipos de enfermedades prevenibles por vacunas". Y avizorara entonces que así iríamos combatiendo enfermedad por enfermedad, para ir disminuyendo el número de epidemias y de víctimas.

"Así se irá cumpliendo —dijo— el gran propósito de ir pasando de la medicina terapéutica a la preventiva, es decir, evitando que se enfermen los ciudadanos".

Recordemos que antes de 1959 solo estaban eliminadas en Cuba dos enfermedades prevenibles por vacunas, la Fiebre amarilla, en 1908, y la Viruela, en 1923. Pero desde 1962 cuando se iniciaron estas campañas anuales masivas, hasta la fecha, se ha garantizado la protección de la población cubana menor de 62 años, importante esfuerzo liderado por los países de América Latina y el Caribe para fortalecer el programa ampliado de inmunización en la región y llegar a las poblaciones con acceso limitado a los servicios de salud de rutina, y con mayor riesgo de contraer padecimientos prevenibles.

De acuerdo con un informe de la Organización Mundial de la Salud, la poliomielitis continuó siendo endémica en cuatro naciones: Afganistán, la India, Nigeria y Pakistán, y mientras exista un solo caso en el planeta los niños de todos los países corren el riesgo de contraer la enfermedad, que afecta sobre todo a los menores de cinco años.

Próximamente se inicia la 51 Campaña Nacional de Vacunación Antipoliomielítica, la cual se realiza anualmente, y abarcará en las dos etapas previstas la inmunización de los niños menores de tres años y también los de nueve.

Durante una semana, los menores de tres años (desde 30 días de nacidos hasta los dos años, 11 meses y 29 días), recibirán la primera dosis de la vacuna (dos goticas por vía oral). Unas semanas después, a este grupo etario se le administrará una segunda dosis, y en esta oportunidad recibirán también la dosis de reactivación los niños de nueve años (desde los nueve hasta nueve años, 11 meses y 29 días).