El hombre como el oso…

Dicen que la barba en las civilizaciones egipcias, griegas y romanas era un símbolo de poder, autoridad y respeto. Indicaba la posición social: la longitud de la barba era un indicador del estatus social en el que se encontraba la persona.

También hay indicios de que el afeitado se producía en la antigüedad, pues existen documentos que certifican la presencia de piedras afiladas que eran utilizadas con ese fin y tienen hasta 2,5 millones de años, un dato que demuestra la antigüedad de este ritual masculino.

En las últimas décadas son muy diversas las tendencias que se han impuesto entre nuestros jóvenes en cuanto a imagen, entre las que se encuentran el término metrosexual que es el hombre que muestra su feminidad, adoptando hábitos como el uso del maquillaje, la depilación, que generalmente pertenecen a las mujeres; otro término es el lumbersexual se dice que es un nuevo hombre que busca el equilibrio entre su cuerpo y mente, busca una alimentación sana y equilibrada; lumber es un término del inglés que se traduce literalmente como “madera”; es decir, son hombres más rudos, con tipología de leñador y tienden a presentar un aspecto más descuidado que el metrosexual.

La barba da un toque de madurez, generalmente el hombre se deja la barba por comodidad o por tendencia. El pelo facial como son la barba, el bigote y la patilla no son solo elementos de moda sino que desempeñan la función de corregir el óvalo facial, como por ejemplo:

Rostro ovalado: puede llevar cualquier estilo de barba ya que es un rostro equilibrado, no necesita corregir su forma mediante la barba.

Rostro alargado: se recomienda corregir mediante una barba de líneas horizontales y estrechas, para combinar el óvalo alargado con uno cuadrado.

Rostro cuadrado: te aconsejamos utilizar un estilo de barba que suavice las facciones y alargue la cara, ya sea una barba de candado o una completa con la parte baja un poco larga.

Rostro redondo: hay que mirar que la anchura de la frente, pómulos y mandíbula sean similares y que esta última tenga forma redondeada en lugar de angular. Si tus facciones son suaves y tus mejillas están rellenas son claras señales de que tu rostro es redondo. Al igual que la cuadrada, se debe buscar un aspecto más alargado.

Rostro de diamante: se caracteriza por tener una barbilla prominente. Y esto es precisamente lo que se busca reducir. Para ello una barba completa y espesa, así como unas patillas pobladas pueden lograr este efecto.

Rostro triangular: similar a la cara de forma de diamante, la barbilla es grande o alargada pero también los pómulos son muy grandes. Lo recomendable es hacerla más redonda. Puedes usar una barba completa y espesa, pero siempre afeitando la parte de las mejillas y el cuello.

Actualmente es probable que encuentres diferentes estilos de barba que aportan un toque diferente:

Barba de leñador: sin duda una de las más populares entre nuestros jóvenes actualmente. El tiempo que tarda en crecer el vello para darle esta forma es de al menos tres semanas, aunque varía según cada persona. Este estilo lo pueden utilizar por igual jóvenes y personas mayores.

Estilo desaliñado: también es uno de los más pedidos, sobre todo por aquellos a los que el vello facial no les aparece en toda la zona de la barba o les tarda mucho en crecer. Este estilo lo puede utilizar cualquier persona. La clave de este corte es mantener limpios el cuello y las mejillas.

Extra larga: cuidado con este estilo ya que no le queda a todos los hombres y puede dar una apariencia de cansancio. Se está utilizando mucho con peinados como el tupé voluminoso. Los hombres de entre 25 y 35 años son los que más están recurriendo a este estilo, es importante que estén limpias las zonas del cuello y las mejillas.

Tu genética jugará un papel importante en la rapidez del crecimiento de la barba. Mira las de tus familiares varones y así sabrás lo que puedes esperar.