El viaje de Shihiro

Las películas de Hayao Miyazaki tienen una magia tal que recuerdan la época dorada de los estudios Disney. Conjugan banda sonora de calidad con una técnica de animación muy virtuosa y un guion de elevada calidad técnica. Y lo mejor: definen rumbo artístico absolutamente auténtico.

¡El talento de los dibujantes de las obras de Miyazaki da ganas de aprender a dibujar! ¡Cada sombra semidifusa, cada paisaje irreal activa resortes mágicos en la conciencia del espectador y crea estancia eterna en su imaginación!

La riqueza estética de El viaje de Shihiro es aún más deleitable al saberse artesanal y no creada por ordenador. Es una estética elegante, admirable y natural. Es una riqueza-flor de loto, una sutil expresividad y una armonía de colores que recuerda la filosofía del budismo zen…

¿De qué va esta cinta? Shihiro y sus padres están camino a su nuevo hogar cuando se detienen, por curiosidad, a explorar un viejo túnel abandonado. Del otro lado del túnel hay un parque temático lleno de comida abundante. Shihiro, que es en el inicio una niña algo miedosa, no come nada. Pero sus padres sí comen, y mucho, y se convierten por ello en cerdos. Literalmente. Ahí empieza el viaje de Shihiro en un mundo pletórico en imaginación y de alegorías a cuentos folklóricos clásicos, donde cada criatura deviene goce estético asombroso.

El mismo Miyazaki lo expresó: “hay que estar abierto a la imaginación; siempre aporta algo útil a la realidad”. Este exergo define el principio de su realización cinematográfica. Las tres películas que lo consagraron como uno de los grandes en animación japonesa, El viaje de Shihiro, La princesa Mononoke y El castillo ambulante tienen una fantasía suprema, presentada con una técnica que raya en la perfección.

Una vez más Miyazaki no toma bandos entre sus personajes. Ninguno de sus caracteres se define por ser bueno o malo: son sencillamente ellos mismos, con sus propias motivaciones y razones para hacer lo que hacen. Y cada uno de ellos es una pieza clave para el mensaje que Miyazaki intenta transmitir.

No voy a decir el mensaje de El viaje de Shihiro porque prefiero no prejuiciarlos. Que cada cual vea el mensaje que desee ver. Esta cinta tiene tanto de extraño y fascinante, de bello y de perturbador, que no existe un único y definido mensaje. Habrá por supuesto, quien diga que es una crítica al capitalismo y al consumismo y a como los seres humanos perdemos el alma detrás de acaparar cosas… Pero esa interpretación es limitada.

También… Se ha criticado un poco el desfile de innumerables personajes del filme: que si son demasiados, que si a ratos parece un ala de un manicomio la película, de tanto barullo que se forma entre Kamaji, Sin cara, Haku y Yubaba. Pero esto también es una limitación de pensamiento.

¿Alguna vez has deseado soñar despierto? Esto es El viaje de Shihiro: una historia tan, pero tan cargada de emotividad y de fantasía, que se convierte en respuesta para los deseos humanos y en una de las mejores películas de animación de todos los tiempos.