Pinterest, o la burbuja de red social (+Infografía)

Álbum de recortes en línea, collage digital o espacio para compartir imágenes halladas en la red son algunos de los propósitos que más se reiteran entre los usuarios de Pinterest, la cuarta red social más utilizada del mundo y acreedora del premio al mejor medio de su tipo en la decimosexta edición de los Webby Awards, concedidos por la Academia Internacional de las Artes y las Ciencias Digitales.

En dos años, Pinterest ha logrado 21 millones de usuarios registrados, según las estadísticas brindadas por la firma de análisis ComScore. Para acceder es necesario tener una invitación de algún amigo o solicitarla en el sitio.

Sus fundadores, Ben Silbermann y Evan Sharp, lanzaron la iniciativa en 2010 tras analizar el comportamiento de aplicaciones que funcionaban como catálogos en línea y descubrir que muchos internautas —sobre todo mujeres, y esta es una de las críticas que ha debido afrontar- estaban más interesados en etiquetar productos y compartirlos con otros.

“La primera fase de Pinterest nació de esta conclusión, y se convirtió en la base de organización de objetos e intereses por pizarras, algo que de a poco se fue desarrollando hasta convertirse en la idea oficial que hoy conocemos”, declaró Brian Cohen, principal inversor de esta startup —proyectos innovadores que persiguen convertirse en negocios exitosos-.

Por su parte Ben Silbermann, actual Director Ejecutivo Oficial (CEO por sus siglas en inglés) de la red social, aseguró que al ingresar en Pinterest puede sentirse “que alguien hizo un libro a mano para ti (…), que cada elemento fue seleccionado para ti por una persona a la que le importas”.

“En Pinterest, el contenido es la navegación. Es mucho más visual que Facebook pues el visitante solo tiene que navegar por las imágenes. Además, la base común son los intereses y no los amigos. Los tableros ayudan a encontrar cosas interesantes mucho más rápido. Asimismo, crea contenidos permanentes, que se quedan ahí”, es la opinión de Eva Martín, licenciada en derecho y periodista especializada en tecnología y nueva economía.

Mientras, el acelerado crecimiento de su red de usuarios (aumentó un 52 por ciento en febrero, lo que representa 17,8 millones de visitas) refleja el impacto que ha tenido en la Web, a la par de que su funcionalidad, tan simple y clara, comienza a ser clonada por páginas como Gentlemint.com, que se define a sí misma como un Pinterest para hombres.

Los temas más populares son las decoraciones hogareñas, planificaciones de bodas o recetas de cocina, lo que ha motivado que muchos tilden a la red social como superficial y carente de sentido práctico.

Para Jason Falls, conocido gurú estadounidense de las redes sociales, es evidente que “han logrado conectar con los consumidores a un nivel emocional, aunque es probable que en el futuro decaiga el interés de los usuarios. Está bien, pero son solo fotos bonitas con poca utilidad”, comentó.

Tantos usuarios significan también muchas exigencias y Pinterest ha debido modificar su política de privacidad, obligada por las crecientes críticas en su red. Las mismas supusieron la eliminación de un punto realmente polémico: hasta la fecha, el sitio se reservaba el derecho de vender los contenidos subidos por los usuarios.

No obstante, muchos medios de comunicación han desembarcado allí con sus imágenes más espectaculares —aunque no siempre con las mejores estrategias- en una carrera por atraer usuarios en la que se vale todo.

Las redes sociales en Internet son un fenómeno irreversible y creciente, tal y como asegurara recientemente Ignacio Ramonet. Constituyen una realidad a tener en cuenta porque muestran una dimensión del nuevo ciudadano y exteriorizan nuevas formas de comunicar, mucho más individuales, narcisistas, personales, que pueden tener aspectos políticos, recalcó el catedrático y periodista francés.

Por ahora solo queda seguir el desarrollo de estas y otras aplicaciones similares, pues las cifras de usuarios con deseos y capacidad de compartir y crear son cada vez mayores. Estas herramientas pueden elevar esas posibilidades, siempre que se usen como un modo de expresión e interacción ligado al crecimiento personal y de una ciudadanía consciente de sus acciones digitales.