Por Olivia Marín Álvarez
Para gran parte del público cubano es bastante común encontrar una misma noticia o artículo en diferentes periódicos y medios digitales, referida luego por la televisión y la radio.
La reproducción de contenidos de una publicación a otra sin el previo conocimiento y permiso de su autor e incluso, en ocasiones, sin citar su procedencia, o hacerlo incorrectamente, se ha convertido en un hábito dentro de la prensa nacional, y se hace más evidente en la red de redes.
Al respecto, la profesora e investigadora Milena Recio Silva comentaba en sus palabras de apertura a los debates de la III Jornada de la Cultura Cubana en Medios Digitales, en noviembre pasado:
“La prensa cubana en Internet, más allá de su origen geográfico o sectorial, nacería como depositaria de una agenda temática, unos enfoques y unos lemas de campaña propios de la prensa generalista nacional: una suerte de sistema de prensa digest, donde aún predomina la reproducción, el copia y pega desde las fuentes matrices del periodismo oficial y oficialista, en sus diversas escalas.
“AIN, PL y Cubadebate (últimamente), en un primer nivel suelen ser los principales suministradores, pero también ocurre que medios provinciales reproducen contenidos de otros nacionales. Y a su vez, los provinciales abastecen a los municipales que hoy existen en un número considerable. Algunos se comparten, promiscuamente, incluso a sus blogueros. Toda una trama de réplicas que termina haciendo muy monolítico y a veces un tanto inútil el flujo de la información periodística desde Cuba en Internet”.
Dichas costumbres no se limitan solamente a los “textos” sino también a las imágenes que los acompañan, o en su defecto, a la búsqueda de alguna que permita ilustrar lo que expresa el artículo.
El respeto a la propiedad intelectual se muestra como requisito fundamental a la hora de decidir su uso en determinados productos periodísticos. Muchos utilizan las encontradas en Internet sin tener en cuenta las leyes que rigen los derechos de autor.
Como los errores más comunes se muestran la omisión del crédito, citar la imagen extraída de Internet sin especificar la página o sitio del cual se tomó, o su empleo aunque se encuentre protegida por copyright.
Ante tal situación, que atenta contra el prestigio de la propia prensa, es imprescindible la adquisición de conciencia en el ejercicio de un periodismo con mayor ética y profesionalidad en nuestros medios de comunicación.
Sin embargo, este no es un caso aislado, varios ejemplos denotan la extensión de tales prácticas. Para evitarlas existen sitios Web que publican contenidos que pueden compartirse —bajo licencias específicas que limitan su destinación a fines comerciales o su modificación— y dependen solamente de las exigencias del autor en cuanto al modo en el cual es empleado su trabajo.
Pueden mencionarse aquellos que:
—Permiten su utilización con fines comerciales y la realización de nuevas obras basadas en las originales: The Morgue File y Pixel Perfect Digital, con restricciones relativas a la reventa de fotografías.
—Ofrecen imágenes con diferentes tipos de licencias: Stock Exchange, Open Photo, Flickr, PD Photo y Wikimedia Commons.
—Sólo para usos no comerciales: Stockvault y Freefoto (este último exige pagar si se quieren emplear en proyectos comerciales).
Fernando
4/4/13 9:02
a mi sinceramente me parece una falta de etica profesional enorme, yo me levanto a las 6 y 30, y con solo ver buenos dias, ya se lo que va a suceder el resto del dia, como si en el mundo no se produjera ningun acontencimiento transcendental, palabra por palabra es la misma la que se usa en buenos dias, que en el noticiero de las 8, y asi queremos estar informados de lo que sucede en el mundo. Crezcan y hagan periodismo de verdad, no es necesario ni una computadora ni tener carro, antes no se tenia y se hacia periodismo
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