Los hermanos Karamázov

“Los hermanos Karamázov”, última novela de Fiódor Dostoyevski, relata la historia de la familia con ese apellido. Constituida en un inicio por el padre cínico y libertino de 55 años, Fiódor Pávlovich, y sus hijos: el violento y militar Mitia (27 años),  el intelectual y ateo Iván (23 años) y el joven religioso Aliosha (19 años), esta esconde vicios y relaciones complejas.

En la obra los tres hijos regresan a casa a ajustar cuentas con su padre, un avaro y vil hombre al que mayormente odian. Pero, las cosas se van de las manos cuando el padre muere asesinado y la sospecha recae sobre dos de ellos. Motivos tienen de sobra, cada uno los propios, Fiódor Pávlovich ha sembrado ese odio a su paso. “Todo el mal nos viene de ti. Tú has infectado tu alma y nuestra vida”, le dice Mitia en una ocasión.

Sin embargo, aunque la novela trate el parricidio y existe el misterio del asesinato, lo que le da más peso son los diversos dilemas morales que plantea a lo largo de sus páginas. Entre ellas la existencia de Dios, la libertad, la razón, y esa lucha constante interior entre el bien y el mal.

Es tan fuerte a nivel emocional y de análisis de la mente humana que el padre del psicoanálisis Sigmund Freud la calificó como "la más magnífica novela jamás escrita". Incluso fascinó a otro genio como Einstein, que de ella afirmaba en carta al físico austríaco Paul Ehrenfest: “Es el libro más maravilloso. ¡Qué lástima que pronto terminaré de leerlo!"

Los diálogos entre los hermanos aportan diversos puntos de vista sobre problemas e ideas que atormentaban en la época. Por ejemplo, ya desde ese momento el escritor  hablaba del individualismo y el aislamiento humano, como en el siguiente fragmento:

“En nuestro siglo, todos los hombres se han fraccionado en unidades. Cada cual se aísla en su agujero, se aparta de los demás, se oculta con sus bienes, se aleja de sus semejantes y aleja a sus semejantes. Amasa riquezas él sólo, se felicita de su poder y de su opulencia, y el insensato ignora que cuantas más riquezas reúne, más se hunde en una impotencia fatal. Porque se ha habituado a contar sólo consigo mismo y se ha desligado de la colectividad; se ha acostumbrado a no creer en la ayuda mutua, ni en su prójimo, ni en la humanidad, y tiembla ante la sola idea de perder su fortuna y los derechos que ésta le otorga.”

“Los hermanos Karamázov” resume el pensamiento de Dostoyevski sobre la sociedad rusa del siglo XIX, empobrecida, anticuada, religiosa y bajo el mando de los zares; en su decadencia, pero con esa idea del autor de una posible reivindicación humana.

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