¿El año más duro de Zidane?

Cuando apenas restan días para el comienzo de la temporada liguera en España, el Real Madrid ajusta el engranaje para afrontar el nuevo ciclo competitivo prácticamente con el mismo plantel que terminó ganando el campeonato a finales de julio. Mientras en Valdebebas se mira de reojo a las oficinas de Barcelona y se toma nota sobre las consecuencias de descuidar la planificación deportiva, todo parece indicar que este año Florentino Pérez tampoco llevará a cabo la solicitada renovación generacional.

Salvo la honrosa excepción del noruego Martín Odegaard— recuperado a petición del propio Zinedine Zidane tras materializar una formidable actuación en la Real Sociedad—la directiva merengue se desentiende de algún otro ingreso significativo. Al contrario, busca la salida de varias fichas para aligerar el peso de una plantilla sobresaturada.

Tal estrategia de gestión halla su lógica en los estragos causados por la crisis sanitaria. La COVID-19 ha influido sobremanera en la estrepitosa devaluación de los jugadores en el mercado y, encima, le ha ocasionado al conjunto blanco pérdidas cercanas a los 200 millones de euros. Por lo que otra vez se le exigirá a Zidaneconstruir un equipo competitivo sin grandes refuerzos. Una situación bien conocida por el estratega francés, pues once de sus ocho títulos los ha conseguido con una inversión de 70 millones de euros.

Sin embargo, a día de hoy, el Madrid vive en la ironía de sufrir del overbooking sin tener cubiertas a plenitud cada posición. Quizás la carencia más importante resulte la ausencia de un recambio natural para Casemiro. En la recién vencida campaña lideró por los merengues la estadística de partidos jugados con 46, pero en muchos de ellos lo hizo al borde de la expulsión por acumulación de tarjetas o a media máquina por problemas físicos.

Según publicó el Real Madrid en su cuenta oficial de Twitter, Casemiro fue el madridista que más minutos jugó con 4080 (Foto: Fran Santiago / Getty )

Ni siquiera al más desentendido se le escapa la trascendencia del centrocampista como sostén de la propuesta táctica de Zizou. El brasileño cobra importancia en la recuperación y salida del balón, además de ser una auténtica bestia cubriendo espacios y dando cobertura a la zaga. Si bien Federico Valverde y Toni Kroos (en ocasiones ambos al mismo tiempo) se han ensayado en la contención con resultados decentes, la variante requiere alteraciones que perjudican la fluidez de la circulación del esférico y, por supuesto, el marcaje. 

Otra de las asignaturas pendientes de cara al venidero cursose antoja la reivindicación de Luka Jovic. El delantero llegó al Santiago Bernabéu con cartel de crack luego de romper la Bundesliga alemana con el Eintracht, aunque apenas contó con oportunidades y sus escasas presentaciones lo dejaron muy lejos del potencial exhibido en Frankfurt. Para “ZZ” Karim Benzema encabeza sin cuestionamientos el ataque tras asumir junto con Sergio Ramos los galones dejados por Cristiano Ronaldo.

Las aptitudes del ariete para complementar las excursiones al arco rival con sus cambios de ritmos y habilidad de conectar de espaldas a la defensa, sumado al incuestionable aporte goleador, lo vuelven un “nueve” de frac y corbata inamovible. No obstante, el Madrid todavía carece de verticalidad y pegada, aspectos que Jovic tiene la capacidadde solucionar asumiendo la referencia ofensiva en solitario o en complicidad con Benzema.

Benzema protagonizó una de sus mejores temporadas desde que viste de blanco. En LaLiga anotó 21 chicharros, suma goleadora solo superada por Lionel Messi (Foto: David Ramos Getty Images )

Recuperar a Isco Alarcón, relegado a un segundo plano desde el regreso de Zidane al banquillo, también aparece en la agenda madridista. Para tener una idea, el pasado curso saltó al campo en 30 enfrentamientos, fue sustituido en 18 y solo terminó ante el Valencia por la Supercopa y ante el Leganés en la última jornada de LaLiga con el campeonato asegurado.

De acuerdo con lo publicado por el diario español “Mundo Deportivo”, en un principio, los mandamases del club aceptarían escuchar ofertas por el malagueño, pese a que en el vestuario todavía se apuesta por su consolidación en los planes futuros. El escenario actual obliga al cuerpo técnico a lograr la mejor versión de un futbolista de extraordinarios recursos, que aporta mucho en cuanto a desequilibrio y asociación y, sobre todo, ayudaría a gestionarle los minutos a Modric. 

Para mayor complicación, el lateral derecho se supone una de las zonas más difíciles de administrar. Con Odriozola sin convencer y sin un futuro claro, Dani Carvajal continúa sin tener un remplazo de garantía. A falta de mejores posibilidades, la alternativa pudiera encontrase en la reconversión de Lucas Vázquez, quien ya probó y dejó ver lógicas lagunas. FerlandMendy cuenta con la calidad suficiente para desempeñarse por el carril diestro, pero el estado de Marcelo tampoco brinda seguridad, y la opción llegaría en momentos muy puntuales.

La gran incógnita para la fecha de debut en el certamen doméstico, a pesar de lo dicho, corre a cargo del astro Eden Hazard. Si el tobillo se lo permite, el belga debe resarcir el discretísimo comienzo en su aventura merengue y ocupar de manera definitiva el puesto de estrella.

El Madrid todavía no ha podido disfrutar de un Hazard en óptimo estado de forma. Prensa y aficionados comienzan a criticar la poca autoexigencia del atacante. (Foto: AFP)

 El “7” se prevé pieza fundamental en el extremo izquierdo por su potencia y cualidades para regatear e incidir sobre el arco del contario.  Aun cuando de seguro quedará lejos de los registros de anotación de Ronaldo, incrementará la eficacia del juego en los últimos tres cuartos de cancha y favorecerá el rendimiento de aquellos compañeros con perfiles menos polivalentes. 

De cualquier manera, esta versión del Real Madrid goza con variantes de sobra para considerarse un claro candidato a conquistar los títulos de Liga, Copa y Champions. El transcurso del calendario y las formas de tramitar egos y rendimientos dirán si, en definitiva, se posee lo necesario para ganar. De momento, ya lo saben, de nada sirve justificarse.