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miércoles, 27 de noviembre de 2024

Así hablamos (XVI)

En nuestra habla, puertos que no son puertos y cayos que tampoco lo son...

Argelio Roberto Santiesteban Pupo
en Exclusivo 03/11/2018
1 comentarios
Lengua-Cubiche
Mi gente tiene una lengua... (Alfredo Lorenzo Martirena Hernández / Cubahora)

A muchos les llama la atención que Puerto Boniato, comarca santiaguera, se encuentre ubicada a docenas de kilómetros del litoral. En efecto, nada tan diferente a lo que el diccionario define como “lugar de la costa dispuesto para el abrigo de barcos”.

Ah, pero aquí subyace una vieja voz castellana: el arcaísmo puerto para designar a un paso entre montañas. Y ahora mismo estoy recordando a Los Compadres, interpretando aquello de:

Que nos vamos a comer/

un ñame con bacalao/

en lo alto del puerto…

Existen otros puertos de tierra adentro en Cuba, como Puerto Arturo, poblado espirituano, o Puerto Escondido, que en materia de aguas solo conoce las del río Zaza.

Entre las perplejidades que nos reserva la toponimia cubana, también están los cayos ubicados en el interior del archipiélago.

Tal es el caso de los Cayos de San Felipe, encaramados en la pinareña Cordillera de Guaniguanico. O Cayo Espino, en Granma, que dista muchísimo lo mismo del Mar Caribe que del Golfo de Guacanayabo.

El asunto tiene su explicación. Para brindarla, amigas y amigos, deben perdonarme el autocitarme en mi diccionario de nuestra habla popular, donde digo: “CAYO DE MONTE Cub. Boscaje de poca extensión”.


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Argelio Roberto Santiesteban Pupo

Escritor, periodista y profesor. Recibió el Premio Nacional de la Crítica en 1983 con su libro El habla popular cubana de hoy (una tonga de cubichismos que le oí a mi pueblo).

Se han publicado 1 comentarios


Opinion
 6/11/18 12:26

Estimadísimo Profesor

Sus libros ¿dónde están?, nunca pude comprar El habla popular cubana de hoy en ninguna de sus tres ediciones, y lo he buscado en las librería de segunda mano y nada, el que lo tiene no lo quiere soltar.

Realmente en los años que se publicó, no habían tantas computadoras y había que leer en papel. Actualmente tengo una biblioteca digital que si la llevara a papel, necesitaría mi cuarto y un camión de dinero.

Mi esperanza era que a alguien se le hubiera ocurrido digitalizarlo y nada, tampoco lo he encontrado. Inclusive he pensado en pedírselo prestado a alguien y fotocopiarlo, pero es que tampoco.

Profe, ¿Ud. por casualidad no lo tendrá digital?

Ud. no fue profesor mío, pero aparte ejercer la pedagogía, respecto a nuestro sufrido idioma, Ud. es un PROFESOR.

Saludos

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